El nuevo aspecto de la exvicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega llamó poderosamente la atención en el acto de presentación de su fundación Mujeres por África. Apareció con el rostro y el cuello mucho más libre de arrugas y un corte y color de pelo diferente.
A pesar de todo, y de que algunos medios han dado incluso el nombre del cirujano plástico de Barcelona que la habría intervenido –el mismo que a Elsa Pataky- la valenciana mantiene que todo se debe a que ha engordado siete kilos desde que dejó la primera línea de política activa. La actriz, por cierto, también niega que la haya tocado ningún bisturí.
Pero María Teresa Fernández de la Vega no es la primera ni será la última que mejora su aspecto en el mundo de la política. Su sucesora en el cargo con el Gobierno del PP, Soraya Sáenz de Santamaría arregló su dentadura hace unos años. Tenía un diente roto desde la infancia. Más recientemente, se operó la nariz, aunque la intervención se debió a que se rompió el tabique nasal cuando esquiaba.
La estética no distingue ni sexo ni ideología. Uno de los cambios físicos más comentados fue el del expresidente del Congreso José Bono. El socialista se sometió en el año 2008 a un injerto capilar.