Sólo Andalucía está peor que las islas según reflejan 50 indicadores
El estudio, presentado ha analizado entre otras, las tasas de graduación en ESO, abandono educativo temprano, correspondencia entre edad del alumno y curso (idoneidad), la escolarización en centro de iniciativa social (concertados o privados) o el gasto público.
La mayoría de los datos corresponden a la última actualización (noviembre 2006) de estadísticas de la enseñanza no universitaria del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC), publicadas en su web.
Suspenso. No llegan al aprobado casi la mitad de las comunidades. Y entre otros datos analizados, se fija en la tasa de graduados en Secundaria Obligatoria (curso-2003-2004), situando a Canarias en el penúltimo lugar.
miércoles, 25 de abril de 2007
martes, 24 de abril de 2007
lunes, 23 de abril de 2007
SUELDAZOS DE LOS POLÍTICOS CANARIOS
Un canario de a pie percibe al mes una media de 1.394,91 euros, una cantidad a la que no llega la mayoría. Sus representantes se llevan entre tres y cuatro veces más. Hasta ocho en el caso de los altos directivos de algunas empresas públicas, los mejor pagados de la Comunidad autónoma.
Los mejor pagados de la Comunidad autónoma son algunos de los 76 altos directivos de las empresas públicas dependientes del Gobierno regional, cuyos sueldos brutos costarán a las arcas públicas este año 5,7 millones de euros, según el proyecto de Presupuestos de 2007, año en el que los ejecutivos del sector público se incrementarán en 13 personas, lo que obligó a aumentar la partida destinada a remunerarlos un 15%.
Entre todas las empresas públicas, el dato más significativo es el sueldo del
Director General de la televisión autonómica, que el año pasado cobró 127.400 euros, a los que habría que sumar al menos un 2,8% este año por el incremento del IPC hasta alcanzar una cifra superior a los 130.000 euros anuales.
Otra empresa pública, Grafcan, tiene previsto en 2007 gastar unos 125.000 euros en pagar a cada uno de sus dos gerentes, además de otros 554.573 euros para sus
diez directivos.
Esto demuestra que no quienes mayores responsabilidades tienen son los que más dinero ganan, aunque ganen mucho más que la media de sus administrados.
En el caso del presidente del Gobierno, Adán Martín, éste tiene un sueldo sensiblemente inferior al de los directivos de las empresas que dependen de su
Ejecutivo. Martín Menis, según las retribuciones de altos cargos publicada el pasado 29 de enero en el Boletín Oficial de Canarias, percibe mensualmente algo más de 6.317 euros.
La vicepresidenta, María del Mar Julios, por su parte, cobra en torno a los
5.855 euros, una cantidad ligeramente superior a los emolumentos de un consejero (algo más de 5.559 euros) y de un viceconsejero (4.936,82). Por su parte, directores generales, secretarios generales técnicos y cargos asimilados tienen una retribución mensual de 4.891,18 euros, según las cifras del BOC.
Algo menos que el presidente del Gobierno percibe el presidente del Parlamento de Canarias, Gabriel Mato, cuya retribución anual es ligeramente superior a los
73.000 euros al año, una cantidad que supone en torno a los 6.100 euros brutos al mes.
Los miembros de la Mesa de la Cámara regional tienen derecho a percibir este año unos 5.000 euros al mes, una cantidad idéntica a los portavoces de los distintos grupos parlamentarios y ligeramente superior a los 3.900 euros de los diputados que cobran la dedicación exclusiva a su trabajo parlamentario.
Algunos alcaldes canarios reciben también auténticos sueldazos, que superan con mucho la media de lo que perciben los ciudadanos de a pie. Así, en los últimos años se han producido quejas por parte de la oposición de diversos partidos por lo que percibían los primeros ediles en La Matanza y Puerto de la Cruz en
Tenerife o Santa Brígida en Gran Canaria por cantidades que superaban los 7.700 euros mensuales, los 64.360 y los 53.397 al año, respectivamente.
En la nómina de los mejor pagados en el Archipiélago, y a falta de conocer lo que perciben los directivos de las empresas públicas, tras los directivos de grandes empresas se sitúan los diputados en el Congreso y los senadores.
Un representante canario en la Cámara Baja tiene derecho a percibir en primer lugar la asignación fija que cobran todos y cada uno de ellos y que está fijada en 3.020,79 euros brutos al mes, según el régimen económico del Congreso.
A esta cantidad habría que añadir la llamada indemnización para quienes provienen de circunscripciones fuera de la Comunidad de Madrid, que es de
1.762,18 euros al mes. De esta forma, un diputado que no tenga otros cargos en la Cámara tendrá derecho a ingresar 4.782,97 euros al mes.
En cualquier caso, el parlamentario nacional del Archipiélago mejor pagado es el
ex presidente del Gobierno Román Rodríguez -del Grupo de CC-NC-, que tiene derecho a percibir al mes la nada despreciable cifra de 9.638,5 euros.
Rodríguez suma, a la asignación fija y a la indemnización, 1.529,38 euros en concepto de gastos de representación destinados a los portavoces adjuntos,
1.536,56 euros más por ser presidente de la comisión de Administraciones
Públicas y otros 1.123,43 correspondientes a la portavocía que ejerce en nombre de su grupo en diversas comisiones.
Los mejor pagados de la Comunidad autónoma son algunos de los 76 altos directivos de las empresas públicas dependientes del Gobierno regional, cuyos sueldos brutos costarán a las arcas públicas este año 5,7 millones de euros, según el proyecto de Presupuestos de 2007, año en el que los ejecutivos del sector público se incrementarán en 13 personas, lo que obligó a aumentar la partida destinada a remunerarlos un 15%.
Entre todas las empresas públicas, el dato más significativo es el sueldo del
Director General de la televisión autonómica, que el año pasado cobró 127.400 euros, a los que habría que sumar al menos un 2,8% este año por el incremento del IPC hasta alcanzar una cifra superior a los 130.000 euros anuales.
Otra empresa pública, Grafcan, tiene previsto en 2007 gastar unos 125.000 euros en pagar a cada uno de sus dos gerentes, además de otros 554.573 euros para sus
diez directivos.
Esto demuestra que no quienes mayores responsabilidades tienen son los que más dinero ganan, aunque ganen mucho más que la media de sus administrados.
En el caso del presidente del Gobierno, Adán Martín, éste tiene un sueldo sensiblemente inferior al de los directivos de las empresas que dependen de su
Ejecutivo. Martín Menis, según las retribuciones de altos cargos publicada el pasado 29 de enero en el Boletín Oficial de Canarias, percibe mensualmente algo más de 6.317 euros.
La vicepresidenta, María del Mar Julios, por su parte, cobra en torno a los
5.855 euros, una cantidad ligeramente superior a los emolumentos de un consejero (algo más de 5.559 euros) y de un viceconsejero (4.936,82). Por su parte, directores generales, secretarios generales técnicos y cargos asimilados tienen una retribución mensual de 4.891,18 euros, según las cifras del BOC.
Algo menos que el presidente del Gobierno percibe el presidente del Parlamento de Canarias, Gabriel Mato, cuya retribución anual es ligeramente superior a los
73.000 euros al año, una cantidad que supone en torno a los 6.100 euros brutos al mes.
Los miembros de la Mesa de la Cámara regional tienen derecho a percibir este año unos 5.000 euros al mes, una cantidad idéntica a los portavoces de los distintos grupos parlamentarios y ligeramente superior a los 3.900 euros de los diputados que cobran la dedicación exclusiva a su trabajo parlamentario.
Algunos alcaldes canarios reciben también auténticos sueldazos, que superan con mucho la media de lo que perciben los ciudadanos de a pie. Así, en los últimos años se han producido quejas por parte de la oposición de diversos partidos por lo que percibían los primeros ediles en La Matanza y Puerto de la Cruz en
Tenerife o Santa Brígida en Gran Canaria por cantidades que superaban los 7.700 euros mensuales, los 64.360 y los 53.397 al año, respectivamente.
En la nómina de los mejor pagados en el Archipiélago, y a falta de conocer lo que perciben los directivos de las empresas públicas, tras los directivos de grandes empresas se sitúan los diputados en el Congreso y los senadores.
Un representante canario en la Cámara Baja tiene derecho a percibir en primer lugar la asignación fija que cobran todos y cada uno de ellos y que está fijada en 3.020,79 euros brutos al mes, según el régimen económico del Congreso.
A esta cantidad habría que añadir la llamada indemnización para quienes provienen de circunscripciones fuera de la Comunidad de Madrid, que es de
1.762,18 euros al mes. De esta forma, un diputado que no tenga otros cargos en la Cámara tendrá derecho a ingresar 4.782,97 euros al mes.
En cualquier caso, el parlamentario nacional del Archipiélago mejor pagado es el
ex presidente del Gobierno Román Rodríguez -del Grupo de CC-NC-, que tiene derecho a percibir al mes la nada despreciable cifra de 9.638,5 euros.
Rodríguez suma, a la asignación fija y a la indemnización, 1.529,38 euros en concepto de gastos de representación destinados a los portavoces adjuntos,
1.536,56 euros más por ser presidente de la comisión de Administraciones
Públicas y otros 1.123,43 correspondientes a la portavocía que ejerce en nombre de su grupo en diversas comisiones.
viernes, 20 de abril de 2007
LA CARICATURA DE LÓPEZ AGUILAR
LA CARICATURA DE LOPEZ AGUILAR
El ex ministro de Justicia se ha hecho famoso por su capacidad para hacer caricaturas mientras –dice- “piensa”. Los medios de IN-comunicación han reiterado hasta la saciedad el plagio parcial que el caricaturista ha hecho del programa de Ciutadans. Los socio-listos canarios han encontrado ya un pagano a quien echarle el muerto.
Una lectura comparativa de los dos documentos (el del PSC y el de Ciutadans) pone de manifiesto las muchas cosas que no interesan al socio-listo López Aguilar. Veamos los temas que NO HA COPIADO y que convierten la propuesta de López Aguilar en una auténtica CARICATURA.
No quiere limitar a dos el máximo de legislaturas que se puede ser presidente del gobierno, del parlamento o consejero.
No quiere conceder derecho al voto en las municipales a los inmigrantes.
No quiere rebajar las exigencias a la iniciativa legislativa popular. Ni listas abiertas. Ni un sistema electoral que deje de privilegiar a las minorías nacionalistas.
No quiere proponer subir la pensión base hasta el salario mínimo interprofesional.
No quiere reducir en un 50% el sueldo del presidente. Ni otras bajadas en esa línea. Ni eliminar cargos innecesarios y asesores.
No le preocupa el fenómeno de las deslocalizaciones.
No quiere eliminar el proteccionismo y el excesivo intervencionismo del Gobierno autónomo. No dice nada de la lucha contra el fraude fiscal.
Elimina tres puntos referidos a los accidentes de trabajo.
No quiere una política estatal antiincendios, ni forestal. No quiere una política nacional sobre el agua, ni perseguir su derroche.
No quiere exigir que las empresas de más de 50 trabajadores reserven el 2% de los empleos a discapacitados.
Es decir, copió una parte y le salió una caricatura. Socioeconómicamente de derechas e ideológicamente nacionalista.
Copiar no es malo. Nos gustaría ver a los políticos actuales copiar a los fueron a la política a servir (y no a servirse). A título de ejemplo algunos fallecidos: Gandhi, al presidente Sahstri, al alcalde de Valladolid García Quintana, o al de Florencia La Pira. O más cerca, al alcalde Camilo Sánchez, a quien cada día copian menos hasta sus conocidos.
El ex ministro de Justicia se ha hecho famoso por su capacidad para hacer caricaturas mientras –dice- “piensa”. Los medios de IN-comunicación han reiterado hasta la saciedad el plagio parcial que el caricaturista ha hecho del programa de Ciutadans. Los socio-listos canarios han encontrado ya un pagano a quien echarle el muerto.
Una lectura comparativa de los dos documentos (el del PSC y el de Ciutadans) pone de manifiesto las muchas cosas que no interesan al socio-listo López Aguilar. Veamos los temas que NO HA COPIADO y que convierten la propuesta de López Aguilar en una auténtica CARICATURA.
No quiere limitar a dos el máximo de legislaturas que se puede ser presidente del gobierno, del parlamento o consejero.
No quiere conceder derecho al voto en las municipales a los inmigrantes.
No quiere rebajar las exigencias a la iniciativa legislativa popular. Ni listas abiertas. Ni un sistema electoral que deje de privilegiar a las minorías nacionalistas.
No quiere proponer subir la pensión base hasta el salario mínimo interprofesional.
No quiere reducir en un 50% el sueldo del presidente. Ni otras bajadas en esa línea. Ni eliminar cargos innecesarios y asesores.
No le preocupa el fenómeno de las deslocalizaciones.
No quiere eliminar el proteccionismo y el excesivo intervencionismo del Gobierno autónomo. No dice nada de la lucha contra el fraude fiscal.
Elimina tres puntos referidos a los accidentes de trabajo.
No quiere una política estatal antiincendios, ni forestal. No quiere una política nacional sobre el agua, ni perseguir su derroche.
No quiere exigir que las empresas de más de 50 trabajadores reserven el 2% de los empleos a discapacitados.
Es decir, copió una parte y le salió una caricatura. Socioeconómicamente de derechas e ideológicamente nacionalista.
Copiar no es malo. Nos gustaría ver a los políticos actuales copiar a los fueron a la política a servir (y no a servirse). A título de ejemplo algunos fallecidos: Gandhi, al presidente Sahstri, al alcalde de Valladolid García Quintana, o al de Florencia La Pira. O más cerca, al alcalde Camilo Sánchez, a quien cada día copian menos hasta sus conocidos.
lunes, 9 de abril de 2007
ÁFRICA REZA POR SUS MUERTOS
Las desapariciones de los jóvenes inmigrantes comienza a hacer mella en la sociedad senegalesa.
José Naranjo. Enviado especial Senegal
Isla de Diogué, al sur de Senagal. Diez de la mañana. A través de un viejo transistor de radio colgado de una tacha en la pared, para no perder la señal, resuena la voz de un joven repatriado desde Fuerteventura hace unos días. “Nos maniataron y nos subieron a un avión. Ahora he perdido todo mi dinero”, dice a través de las ondas. Apenas a cien metros de allí, unos 20 jóvenes recién llegados a la isla aguardan por el próximo cayuco que partirá rumo a Canarias. Unos que volvieron y otros que se van, porque mientras haya demanda, habrá oferta.
Eso sí. Los jóvenes senegaleses que en mayo hacían auténticas colas para subirse a las piraguas que los iban a pasaportar al sueño europeo, ahora se lo piensan dos veces. El mar tampoco ayuda estos días, con olas de tres y cuatro metros que dificultan la navegación, pero es que las noticias que llegan desde Europa ya no son alentadoras: repatriaciones, vigilancia en la costa de Senegal y Mauritania, muertes y naufragios. En fin, fronteras cada vez más blindadas.
Las rutas de la inmigración comienza en las islas de la desembocadura del río Casamance, el último y recóndito lugar donde se preparan los cayucos que zarpan rumbo a Canarias tras el aumento de la vigilancia aquí no es fácil. Desde Zinguinchor, donde está el aeropuerto más cercano, son cuatro horas de dar saltos por una carretera infernal plagada de baches y controles militares.
Sankoune Dieolhiou accede a contarnos los detalles de su trabajo. “Yo no les digo que se vayan, sólo les ayudo a hacerlo”, explica. Antes era pescador, ahora trafica con personas. “Les hablo claro, les digo que hay muchas piraguas que se han ido y que no se ha sabido más de ella.
En los pueblos próximos a Dakar, la Petit Cote y el sur de Senegal, los funerales se repiten cada semana. “Llamamos a los parientes, se hace una pequeña ofrenda y se lee un poco el Corán. Como no tenemos el cadáver, no podemos prepararlo para su encuentro con Dios ni podemos ir a rezar a ninguna tumba. Es más triste y más difícil; cuando estás sola, tu mente duda. ¿Y si…?, asegura Arame Leye, una de las madres senegalesas que ha perdido a su hijo en el cayuco.
José Naranjo. Enviado especial Senegal
Isla de Diogué, al sur de Senagal. Diez de la mañana. A través de un viejo transistor de radio colgado de una tacha en la pared, para no perder la señal, resuena la voz de un joven repatriado desde Fuerteventura hace unos días. “Nos maniataron y nos subieron a un avión. Ahora he perdido todo mi dinero”, dice a través de las ondas. Apenas a cien metros de allí, unos 20 jóvenes recién llegados a la isla aguardan por el próximo cayuco que partirá rumo a Canarias. Unos que volvieron y otros que se van, porque mientras haya demanda, habrá oferta.
Eso sí. Los jóvenes senegaleses que en mayo hacían auténticas colas para subirse a las piraguas que los iban a pasaportar al sueño europeo, ahora se lo piensan dos veces. El mar tampoco ayuda estos días, con olas de tres y cuatro metros que dificultan la navegación, pero es que las noticias que llegan desde Europa ya no son alentadoras: repatriaciones, vigilancia en la costa de Senegal y Mauritania, muertes y naufragios. En fin, fronteras cada vez más blindadas.
Las rutas de la inmigración comienza en las islas de la desembocadura del río Casamance, el último y recóndito lugar donde se preparan los cayucos que zarpan rumbo a Canarias tras el aumento de la vigilancia aquí no es fácil. Desde Zinguinchor, donde está el aeropuerto más cercano, son cuatro horas de dar saltos por una carretera infernal plagada de baches y controles militares.
Sankoune Dieolhiou accede a contarnos los detalles de su trabajo. “Yo no les digo que se vayan, sólo les ayudo a hacerlo”, explica. Antes era pescador, ahora trafica con personas. “Les hablo claro, les digo que hay muchas piraguas que se han ido y que no se ha sabido más de ella.
En los pueblos próximos a Dakar, la Petit Cote y el sur de Senegal, los funerales se repiten cada semana. “Llamamos a los parientes, se hace una pequeña ofrenda y se lee un poco el Corán. Como no tenemos el cadáver, no podemos prepararlo para su encuentro con Dios ni podemos ir a rezar a ninguna tumba. Es más triste y más difícil; cuando estás sola, tu mente duda. ¿Y si…?, asegura Arame Leye, una de las madres senegalesas que ha perdido a su hijo en el cayuco.
FUENTE DE EXPLOTACIÓN
El Archipiélago aspira a consolidarse como “la gran plataforma logística” del Atlántico.
Canarias se ofrece como puente inversor con África, que “no puede esperar más”.
Canarias quiere consolidarse como “puente inversor real un centro de aprovisionamiento” con África. Esta “gran plataforma comercial” hacia el continente vecino debe tener un doble propósito: el beneficio para Canarias y el desarrollo del continente africano”.
Algunas Claves:
GASTO = Canarias ha multiplicado por siete su inversión en el continente africano en los últimos 10 años.
CRECIMIENTO = África creció el año pasado un 5% y las previsiones para este año será de un 6%. Pedro Mejías, secretario de Estado de Comercio y Turismo, señalan que se trata de “una zona con posibilidades y el horizonte es muy halagüeño”.
AYUDAS = La única manera de acabar con la inmigración ilegal que llega a Canarias es fomentar el desarrollo económico en la zona. “Es fundamental el papel de la inversión privada” a juicio del Presidente del Gobierno.
Canarias se ofrece como puente inversor con África, que “no puede esperar más”.
Canarias quiere consolidarse como “puente inversor real un centro de aprovisionamiento” con África. Esta “gran plataforma comercial” hacia el continente vecino debe tener un doble propósito: el beneficio para Canarias y el desarrollo del continente africano”.
Algunas Claves:
GASTO = Canarias ha multiplicado por siete su inversión en el continente africano en los últimos 10 años.
CRECIMIENTO = África creció el año pasado un 5% y las previsiones para este año será de un 6%. Pedro Mejías, secretario de Estado de Comercio y Turismo, señalan que se trata de “una zona con posibilidades y el horizonte es muy halagüeño”.
AYUDAS = La única manera de acabar con la inmigración ilegal que llega a Canarias es fomentar el desarrollo económico en la zona. “Es fundamental el papel de la inversión privada” a juicio del Presidente del Gobierno.
miércoles, 4 de abril de 2007
REMIGIO VELEZ
Remigio Vélez Rodríguez fue el líder sindical natural y carismático del Puerto de La Luz de Las Palmas de Gran Canaria durante el último período franquista y la transición. Sus últimas palabras públicas fueron pronunciadas durante la conmemoración del drama de Belén María, ocurrido el 25 de julio de 1980, casi siete meses más tarde, en febrero de 1981, Remigio abandonó este mundo:
Belén María perdura en nuestro recuerdo, pero yo puedo decir que hoy ha sido un poco más masiva la participación de los estibadores portuarios. No sólo queremos la participación de los estibadores, de los hijos, sino del público en general, de todos, porque recordamos que no sólo luchamos los trabajadores, luchaba también la gente de fuera… Era una lucha encarnizada que había en el puerto. ¿Qué queda de aquellos estibadores portuarios que luchamos tanto? Pues quedan muy pocos y quizá dentro de dos meses no va a quedar ninguno. ¿Entonces qué pasa? Los logros que los estibadores hemos conseguido, de cualquier forma la Administración los echa abajo. Entonces tendrá que haber una lucha continuamente de estibadores porque se irán los que están y vendrán otros. Pero nosotros lo único que queremos, los estibadores viejos, es que siempre Belén María esté en el recuerdo de todos. Gracias.
La historia del Movimiento Obrero portuario en Las Palmas de Gran Canaria, que desde fines del XIX y primeros del XX venía desarrollándose, se paró de golpe con el advenimiento del Movimiento Nacional, se descabeza la organización, desaparecen los sindicatos… En los años 40 no había nada en el Puerto, a nivel general, nada se movía en Canarias. Será ya en las décadas 50 y 60 cuando el movimiento portuario empieza a resurgir.
En las luchas del Puerto de las décadas 60, 70 y primeros años 80 uno de los hombres clave fue Remigio Vélez. Él desde el principio de todo ese movimiento obrero estuvo allí y fue de alguna manera su líder natural, el militante que tuvo “dominio” de todo el Puerto.
La lucha del Puerto en esa época, en pleno Franquismo, en plena dictadura, era muy dura, y la represión también. A pesar de ello, el Puerto se había convertido en una especie de nervio del movimiento obrero canario. Eran muchos los trabajadores portuarios, y éstos, que más o menos ganaban algún dinero, se jugaban el tipo algunas veces. Además, por allí pasaba mucha gente, por lo que sus acciones tenían repercusión en todo el Archipiélago y bastante incidencia en el resto de los grupos obreros.
Remigio vivió y murió con autenticidad, y su obra, su acción militante, tuvieron el estilo y el sello que le dio su vida. El sindicalismo que nació con Remigio, fue paralelo con los rasgos de su personalidad. La Asociación Sindical de Estibadores Portuarios (ASEP), y luego la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios, “La Coordinadora”, fue una experiencia sindical en la que Remigio quiso hacer realidad colectiva lo que fueron sus valores personales, sus ideas e intuiciones, sus opciones y decisiones, su visión del momento y del futuro, sin perder de vista la meta más utópica y ambiciosa y el límite de las personas y la situación concreta.
Belén María perdura en nuestro recuerdo, pero yo puedo decir que hoy ha sido un poco más masiva la participación de los estibadores portuarios. No sólo queremos la participación de los estibadores, de los hijos, sino del público en general, de todos, porque recordamos que no sólo luchamos los trabajadores, luchaba también la gente de fuera… Era una lucha encarnizada que había en el puerto. ¿Qué queda de aquellos estibadores portuarios que luchamos tanto? Pues quedan muy pocos y quizá dentro de dos meses no va a quedar ninguno. ¿Entonces qué pasa? Los logros que los estibadores hemos conseguido, de cualquier forma la Administración los echa abajo. Entonces tendrá que haber una lucha continuamente de estibadores porque se irán los que están y vendrán otros. Pero nosotros lo único que queremos, los estibadores viejos, es que siempre Belén María esté en el recuerdo de todos. Gracias.
La historia del Movimiento Obrero portuario en Las Palmas de Gran Canaria, que desde fines del XIX y primeros del XX venía desarrollándose, se paró de golpe con el advenimiento del Movimiento Nacional, se descabeza la organización, desaparecen los sindicatos… En los años 40 no había nada en el Puerto, a nivel general, nada se movía en Canarias. Será ya en las décadas 50 y 60 cuando el movimiento portuario empieza a resurgir.
En las luchas del Puerto de las décadas 60, 70 y primeros años 80 uno de los hombres clave fue Remigio Vélez. Él desde el principio de todo ese movimiento obrero estuvo allí y fue de alguna manera su líder natural, el militante que tuvo “dominio” de todo el Puerto.
La lucha del Puerto en esa época, en pleno Franquismo, en plena dictadura, era muy dura, y la represión también. A pesar de ello, el Puerto se había convertido en una especie de nervio del movimiento obrero canario. Eran muchos los trabajadores portuarios, y éstos, que más o menos ganaban algún dinero, se jugaban el tipo algunas veces. Además, por allí pasaba mucha gente, por lo que sus acciones tenían repercusión en todo el Archipiélago y bastante incidencia en el resto de los grupos obreros.
Remigio vivió y murió con autenticidad, y su obra, su acción militante, tuvieron el estilo y el sello que le dio su vida. El sindicalismo que nació con Remigio, fue paralelo con los rasgos de su personalidad. La Asociación Sindical de Estibadores Portuarios (ASEP), y luego la Coordinadora Estatal de Estibadores Portuarios, “La Coordinadora”, fue una experiencia sindical en la que Remigio quiso hacer realidad colectiva lo que fueron sus valores personales, sus ideas e intuiciones, sus opciones y decisiones, su visión del momento y del futuro, sin perder de vista la meta más utópica y ambiciosa y el límite de las personas y la situación concreta.
martes, 3 de abril de 2007
¿Quiénes FLETAN las PATERAS?
El director de la Guardia Civil lo puso en claro hace unos meses: “Los inmigrantes no son delincuentes, sino víctimas”. Pero si son víctimas, ¿por qué se los expulsa? Los inmigrantes, según la política oficial, son a un tiempo víctimas y delincuentes. Aún ponen más clara esta visión las imágenes de la televisión con la reiteración de escenas con la detención de inmigrantes harapientos en las playas, con la repetición de las trágicas penurias de los que llegan.
El efecto de esta dicotomía es la ilegalización de una demanda legítima. Y al penalizar esta demanda se excita la creación de una oferta criminal: las conocidas mafias de la inmigración. Estas recogen un segmento nada despreciable del mercado del transporte que alcanza a nivel mundial los 100.000 millones de dólares, según los datos de las Naciones Unidas.
En España, según estimaciones propias, el tráfico ilegal de personas genera rentas entre los 40.000 y los 60.000 millones de pesetas. El segundo mercado, en nuestro país, más lucrativo del crimen organizado después de las drogas. Este mercado repite las pautas de todos los mercados ilegales: a medida que la acción represiva del Estado actúa sobre el lado de la demanda (la detención de inmigrantes indocumentados) se incentiva la organización de la oferta. Esta, que en sus orígenes es muy anárquica, encuentra incentivos a la organización de sus actividades, puesto que este refinamiento incrementa las posibilidades de éxito del servicio prestado y, por lo tanto, las posibilidades de la empresa (mafia) de continuar expandirse en el mercado. Pero el lucrativo mercado de la inmigración ilegal es un mercado derivado. Es decir, no existiría sin otro mercado anterior que le da origen. Este es el mercado de trabajo para inmigrantes ilegales que existe en los países desarrollados. Las expectativas de rentas futuras en este mercado son las que inducen el pago de los servicios de los traficantes de personas. Dado que este segundo mercado se encarga indirectamente de pagar el primero, más una plusvalía que mantenga las expectativas para nuevos viajes, es de suponer que este mercado primario, de trabajo, genera rentas muy superiores a los 100.000 millones de dólares.
Estos mercados no sólo incluyen actividades ilícitas o de legislación difusa, como la prostitución, o el trabajo por debajo de la regulación establecida (la explotación laboral), sino que se extienden hasta los ciudadanos bienpensantes y socialmente bien considerados, que imaginan que contratar una empleada de hogar sin papeles es una actividad inocua e incluso altruista. Benéfica, sin duda, pero más para el empleador.
Actuar contra este mercado, sin embargo, es políticamente más costoso que sobre los extranjeros que trafican con humanos o los que se dejan traficar. Implica actuar penalmente contra ciudadanos locales (en la visión del político: posibles votantes) que no sólo pueden perder una fuente de rentas notable, externalizando el trabajo doméstico por ejemplo, sino que podrían en última instancia acabar en el cárcel.
En definitiva, las mafias del tráfico de inmigrantes son el resultado de dos factores aparentemente inconexos. De un lado, la posibilidad de cubrir una demanda permanente de mano de obra a precios inferiores a los estipulados en un mercado de trabajo cerrado. No es que los españoles no estén dispuestos a trabajar en ciertos trabajos, es que no están dispuestos a hacerlo al precio que les ofrecen. Y no es que esta demanda no existiese anteriormente sino que, por primera vez en la historia reciente de España, ésta ha podido ser cubierta con una oferta de inmigrantes gracias a que el diferencial salarial entre lo ofrecido en estos mercados ilegales y lo pagado en los países de procedencia para trabajos de igual o superior cualificación, genera expectativas que cubren los riesgos asumidos con el viaje. Por estos, las periódicas regulaciones de ilegales, sin duda, tienen un efecto positivo sobre estas expectativas, incrementando así los incentivos al tráfico humano.
Por otro lado, la política del Gobierno de concentrar el peso represivo en las fronteras y no en el control de la contratación de inmigrantes ilegales dentro del país ha trasladado la organización del mercado ilegal (las mafias) desde el interior hacia los límites. A partir de esto se minimizan los costes políticos porque se afectan los mercados en los cuales no participan los nacionales. Aparentemente, negocio redondo para el país.
Santos Ruesga. Catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid.
Carlos Resa. Consultor Internacional en asuntos de crimen organizado.
El efecto de esta dicotomía es la ilegalización de una demanda legítima. Y al penalizar esta demanda se excita la creación de una oferta criminal: las conocidas mafias de la inmigración. Estas recogen un segmento nada despreciable del mercado del transporte que alcanza a nivel mundial los 100.000 millones de dólares, según los datos de las Naciones Unidas.
En España, según estimaciones propias, el tráfico ilegal de personas genera rentas entre los 40.000 y los 60.000 millones de pesetas. El segundo mercado, en nuestro país, más lucrativo del crimen organizado después de las drogas. Este mercado repite las pautas de todos los mercados ilegales: a medida que la acción represiva del Estado actúa sobre el lado de la demanda (la detención de inmigrantes indocumentados) se incentiva la organización de la oferta. Esta, que en sus orígenes es muy anárquica, encuentra incentivos a la organización de sus actividades, puesto que este refinamiento incrementa las posibilidades de éxito del servicio prestado y, por lo tanto, las posibilidades de la empresa (mafia) de continuar expandirse en el mercado. Pero el lucrativo mercado de la inmigración ilegal es un mercado derivado. Es decir, no existiría sin otro mercado anterior que le da origen. Este es el mercado de trabajo para inmigrantes ilegales que existe en los países desarrollados. Las expectativas de rentas futuras en este mercado son las que inducen el pago de los servicios de los traficantes de personas. Dado que este segundo mercado se encarga indirectamente de pagar el primero, más una plusvalía que mantenga las expectativas para nuevos viajes, es de suponer que este mercado primario, de trabajo, genera rentas muy superiores a los 100.000 millones de dólares.
Estos mercados no sólo incluyen actividades ilícitas o de legislación difusa, como la prostitución, o el trabajo por debajo de la regulación establecida (la explotación laboral), sino que se extienden hasta los ciudadanos bienpensantes y socialmente bien considerados, que imaginan que contratar una empleada de hogar sin papeles es una actividad inocua e incluso altruista. Benéfica, sin duda, pero más para el empleador.
Actuar contra este mercado, sin embargo, es políticamente más costoso que sobre los extranjeros que trafican con humanos o los que se dejan traficar. Implica actuar penalmente contra ciudadanos locales (en la visión del político: posibles votantes) que no sólo pueden perder una fuente de rentas notable, externalizando el trabajo doméstico por ejemplo, sino que podrían en última instancia acabar en el cárcel.
En definitiva, las mafias del tráfico de inmigrantes son el resultado de dos factores aparentemente inconexos. De un lado, la posibilidad de cubrir una demanda permanente de mano de obra a precios inferiores a los estipulados en un mercado de trabajo cerrado. No es que los españoles no estén dispuestos a trabajar en ciertos trabajos, es que no están dispuestos a hacerlo al precio que les ofrecen. Y no es que esta demanda no existiese anteriormente sino que, por primera vez en la historia reciente de España, ésta ha podido ser cubierta con una oferta de inmigrantes gracias a que el diferencial salarial entre lo ofrecido en estos mercados ilegales y lo pagado en los países de procedencia para trabajos de igual o superior cualificación, genera expectativas que cubren los riesgos asumidos con el viaje. Por estos, las periódicas regulaciones de ilegales, sin duda, tienen un efecto positivo sobre estas expectativas, incrementando así los incentivos al tráfico humano.
Por otro lado, la política del Gobierno de concentrar el peso represivo en las fronteras y no en el control de la contratación de inmigrantes ilegales dentro del país ha trasladado la organización del mercado ilegal (las mafias) desde el interior hacia los límites. A partir de esto se minimizan los costes políticos porque se afectan los mercados en los cuales no participan los nacionales. Aparentemente, negocio redondo para el país.
Santos Ruesga. Catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid.
Carlos Resa. Consultor Internacional en asuntos de crimen organizado.
Oh, Happy Day 02/04/2007
Juan Manuel Pardellas Las Palmas de Gran Canaria
The Edwin Hawkins Singers grabaron por primera vez Oh happy days en 1967. Un año después se haría famoso en todo el mundo con la versión de Aretha Franklin, al convertirse en uno de los himnos imprescindibles en cualquier buen gospel que se precie. Es curioso que sea un canto al perdón de los pecados y a la lucha frente a las adversidades y que, al tiempo, se haya materializado en el nombre de un barco lleno de desheredados, que para nosotros, no son más que apestados que ponen en peligro nuestro ocioso e hipócrita estado del bienestar. Bajo la premisa de darle una lección al mundo que huye por mil causas en busca de una vida mejor, España ha pasado de rescatar inmigrantes a darles una patada en el culo, para que quede claro que aquí no son bien recibidos. El desembarco de los asiáticos del Marine I en Mauritania y no en Canarias cayó como una ducha de agua fría (por otro lado, la única que tienen, los que la tienen) entre los negociantes del dolor ajeno, que se llenan los bolsillos mucho más que con el tráfico de armas, drogas o especies en extinción. Pero esas noticias no llegan al África de a pie, ni hacemos nada para que lleguen. Por eso siguen y seguirán viniendo. El esperpéntico espectáculo del Happy day (sin asistencia, ni atención durante semanas de decisiones políticas entre España, Senegal y Guinea) sólo puede responder a la lógica de que, a medida que se extienda la creencia de que ya no se llega a Canarias, el flujo de inmigrantes cesará. Por eso Frontex anuncia más fondos, equipos, medios y agentes. Puede que no les falte razón o que generen el efecto de la olla a presión: de tanto contenerlos en la costa, un día salen todos a la vez y no va a haber manera de frenar una llegada, tipo Normandía. El dinero para negociar con los gobiernos de la costa occidental africana (ellos sí reciben miles de personas) también podría invertirse en todo tipo de programas al desarrollo y en asegurar que llega a quienes lo necesitan.
The Edwin Hawkins Singers grabaron por primera vez Oh happy days en 1967. Un año después se haría famoso en todo el mundo con la versión de Aretha Franklin, al convertirse en uno de los himnos imprescindibles en cualquier buen gospel que se precie. Es curioso que sea un canto al perdón de los pecados y a la lucha frente a las adversidades y que, al tiempo, se haya materializado en el nombre de un barco lleno de desheredados, que para nosotros, no son más que apestados que ponen en peligro nuestro ocioso e hipócrita estado del bienestar. Bajo la premisa de darle una lección al mundo que huye por mil causas en busca de una vida mejor, España ha pasado de rescatar inmigrantes a darles una patada en el culo, para que quede claro que aquí no son bien recibidos. El desembarco de los asiáticos del Marine I en Mauritania y no en Canarias cayó como una ducha de agua fría (por otro lado, la única que tienen, los que la tienen) entre los negociantes del dolor ajeno, que se llenan los bolsillos mucho más que con el tráfico de armas, drogas o especies en extinción. Pero esas noticias no llegan al África de a pie, ni hacemos nada para que lleguen. Por eso siguen y seguirán viniendo. El esperpéntico espectáculo del Happy day (sin asistencia, ni atención durante semanas de decisiones políticas entre España, Senegal y Guinea) sólo puede responder a la lógica de que, a medida que se extienda la creencia de que ya no se llega a Canarias, el flujo de inmigrantes cesará. Por eso Frontex anuncia más fondos, equipos, medios y agentes. Puede que no les falte razón o que generen el efecto de la olla a presión: de tanto contenerlos en la costa, un día salen todos a la vez y no va a haber manera de frenar una llegada, tipo Normandía. El dinero para negociar con los gobiernos de la costa occidental africana (ellos sí reciben miles de personas) también podría invertirse en todo tipo de programas al desarrollo y en asegurar que llega a quienes lo necesitan.
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