marisolayala.com
Juan Andrés Godoy Rivero tiene desconcertados a los neurocirujanos de Canarias. Según los médicos, este joven grancanario, de 38 años, sufre una malformación arterovenosa en el tálamo que produce una muerte inmediata e irreversible. Por eso ninguno se explica cómo Juan Andrés, no sólo sigue vivo, sino que tiene sus facultades mentales en perfecto estado.