Los datos vistos en perspectiva histórica resultan impactantes. De cifras que oscilaron entre 1999 y 2007 en torno a los 100.000 parados en el Archipiélago, se ha ido produciendo una escalada terrible hasta casi alcanzar los 400.000 parados en el tercer trimestre de 2013. Es decir, el número de parados se ha multiplicado por cuatro en las Islas, un resultado difícilmente calificable.
Quizás el aspecto más negativo de los datos de la EPA para el tercer trimestre en Canarias haya sido que supone el empeoramiento de una situación ya crítica, lo que hace aún más duro asimilar los resultados analizados. Lejos de frenarse la tendencia, los resultados se agravan y aparece la terrible pregunta de: ¿hasta cuándo?
Sin embargo, hay aspectos que chocan en los resultados de la EPA. Los analistas que siguen la coyuntura económica canaria preveían un comportamiento positivo en los resultados de este tercer trimestre; por tanto, la sorpresa ha sido mayúscula. Las razones para el optimismo se basaban en la buena marcha que viene siguiendo el sector turístico canario, que se refleja en la evolución de la llegada de turistas y también en el incremento de las cifras de gasto, y también en el comportamiento favorable de los índices de comercio al por menor, con tasas de crecimiento positivas en los últimos meses. A ello se une la mejoría de las cifras de comercio exterior, aunque éste no haya sido uno de los fuertes de la economía canaria. Pero sobre todo se apoyaba en el seguimiento de los datos del mercado laboral recogidos por las fuentes oficiales; es decir, el número de afiliados a la Seguridad Social y los parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo.