Luisa del Rosario/Canarias7
El modelo de distribución de medicamentos en las oficinas de farmacia de España se caracteriza por la existencia de muchas restricciones normativas a la competencia que están injustificadas», dijo ayer el economista Mateo Silos en una charla organizada en la Facultad de Economía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC).
A su juicio, la venta de medicamentos en España es «un monopolio dañino, injusto y contrario al interés general». Así, dijo momentos antes de iniciar su charla en la sala de Grados, «existen restricciones de entrada que impiden que haya más farmacias de las que hay actualmente y también restricciones en la distribución con receta de medicamentos tanto por internet como a la distribución de medicamentos en establecimientos que no sean farmacias. Esto lo que hace es reducir la accesibilidad de los pacientes a los medicamentos y encarece el coste para el presupuesto público, por eso es dañino, porque nos quita bienestar».
Es más, señaló el economista que trabaja en la agencia gubernamental responsable de la regulación económica de la industria en Inglaterra y Gales, el sistema español es «contrario al interés general porque estas restricciones no están justificadas en un interés público. Podríamos eliminarlas y no solo no pasaría nada sino que, de hecho, estaríamos defendiendo mejor, el interés público y es particularmente injusto porque afecta especialmente a las personas que han tenido mala suerte en la lotería social y natural. Personas que dependen de los medicamentos y se les limita el acceso a ellos. Un modelo de libre competencia sería mejor».
Silos defiende un modelo en el que no se limite el número de farmacias y considera injustificado que tenga que estar al frente una persona licenciada en farmacia. «Que yo solo pueda comprar ibuprofeno en una farmacia y no en un supermercado supone una restricción y no se justifican en un interés publico, se explica porque los farmacéuticos quieren seguir lucrándose a través de este monopolio».
En su visión neoliberal, Silos considera que se crea una «escasez artificial» de farmacias que se lucran «porque no tienen que competir», obviando que el precio de los medicamentos también está regulado.
+INFO