Más de 100.000 parados
canarios malviven sin percibir prestación económica alguna. Subsisten
gracias a la economía sumergida, al apoyo familiar y a la gran labor
humanitaria de las ONG. Una sociedad supuestamente desarrollada como la
nuestra no puede permitirse la existencia de una bolsa de pobreza de tal
calibre. Es insostenible y hace falta una acción urgente y contundente
desde las instituciones.