Explicita que una de ellas «es la falta de intérpretes para que la tutela judicial de los inmigrantes sea efectiva» y que otra de las «relevantes» es «la ausencia de sanitarios en las celdas, con los inconvenientes que ellos supone para la organización de traslados a los servicios o la merma de condiciones higiénico-sanitarias en las propias celdas».
En lo que se refiere a la falta de sanitarios en las celdas, La fiscal recuerda en su informe que esta carencia fue incluso puesta de manifiesto por el Defensor del Pueblo. Agrega igualmente que el acta observando las deficiencias en el CIE fue «remitida a la autoridad gubernativa correspondiente por el conducto del fiscal superior»; y a pesar de todo ello la situación se mantiene en idénticas condiciones un año más.