Marta Ramos
Las Palmas de Gran Canaria
Con menos recursos no mejoran las listas de espera». Así de
contundente se manifiesta la presidenta del sindicato de médicos de Las
Palmas, Carmen Nuez, respecto a los datos correspondientes al primer
semestre de 2016 publicados por la Consejería de Sanidad. Ante unas
cifras que considera «decepcionantes», Nuez aboga por empezar a analizar
las especialidades «que siempre están en rojo».
Mejor gestión y más inversión en recursos materiales y humanos. Esas
son las dos claves para agilizar las listas de espera que defiende
Carmen Nuez, quien asevera que si las demoras de las consultas externas y
de las intervenciones quirúrgicas han aumentado con respecto al último
semestre de 2015 es «porque ha aumentado la mala organización de los
servicios», un problema que el sindicato que preside ha advertido «desde
hace años».
«Hay especialidades que siempre se mantienen en rojo, otras que pasan a
verde, y otras que vuelven a rojo, pero siempre se repite lo mismo»,
comenta la representante de los médicos, que hace hincapié en la
situación de los hospitales de las islas no capitalinas, donde se han
registrado datos «muy malos» que ponen de manifiesto «que en Sanidad se
paga la doble insularidad» y afirma que en esas islas las plantillas
«están muy mal».
Nuez pone como ejemplo Dermatología, con 638 personas en lista de espera
en el Hospital General de Fuerteventura, mientras que en el Doctor
Negrín solo hay 11, así como la especialidad de Digestivo, que registra
una lista de 448 pacientes en el General de La Palma y de 304 en el
Hospital Insular. «Estos son algunos casos que ponen de manifiesto que
hay que analizar si no tenemos el número suficiente de trabajadores para
abordar las listas de espera y si hay que contratar a personal durante
unos meses para mejorar la demora o a especialistas permanentes»,
explica la representante del sindicato médico, quien añade que «si no se
hace no van a mejorar».
Con respecto a los pacientes, la representante de los médicos señala
que viven en la incertidumbre de no saber cuándo van a ser llamados y
añade que otros, cuando van a la consulta, carecen de pruebas porque «o
no se la han hecho o se las han hecho y ha pasado tanto tiempo que no
sirve», lo que ralentiza aún más la espera.