Una de las ideas que queremos que quede clara es que Cáritas no promueve la recogida de alimentos; para poder alcanzar el objetivo del desarrollo de las dimensiones de una persona, creemos que es más digno trabajar para darle unos medios que le permitan comprar su propia comida”. La pedagoga Melania Martín Acosta, animadora insular de Cáritas Diocesana de Tenerife, en una entrevista con La Palma Ahora, ha hecho hincapié en que “es más útil donar un euro que gastarlo en un paquete de arroz”.
(...) El desarrollo integral de un individuo, sostiene, “no se consigue dando una bolsa con arroz, pasta, garbanzos o galletas, que es lo que siempre se suele donar, se necesitan otras cosas”. Además, recuerda, “en la actualidad hay muchas alergias e intolerancias alimentarias, y en esas bolsas nunca se va a encontrar una leche sin lactosa o un producto sin gluten, porque no se puede llegar a ese presupuesto, pero si nosotros juntamos euro a euro logramos que esa persona compre ella misma lo que realmente necesita”. “Por eso Cáritas propone que en vez de gastar un euro en un paquete de garbanzos, se done, porque se puede destinar a comprar una leche sin lactosa para un bebé intolerante”. “Hay madres que llegan llorando porque no tienen dinero para ir a la farmacia a comprar esa leche, que es la única que tolera su hijo”, afirma. “Esto es algo que deben conocer las entidades sociales, porque nosotros trabajamos más por conseguir un euro que por un kilo de comida porque eso dignifica más la persona y le permite disponer de fondos para ir al supermercado como vamos todos”, subraya Melania, cuya responsabilidad principal es animar y acompañar al voluntariado de Cáritas y realizar actividades de sensibilización y formación.
Y algo muy importante para Melania es “la confidencialidad y la intimidad” de las personas que necesitan ayuda. “En Cáritas recoges tu vale, lo guardas en tu cartera y cada uno compra en el supermercado lo que necesite; es muy distinto salir con una bolsa que nos identifique, porque muchas personas, aún necesitándolo, no acuden por vergüenza, y eso no podemos seguir permitiéndolo”. (...)