Las Palmas de Gran Canaria/SER
Miguel Planas es un joven de 29 años con tetraplejia que lleva dos años en el Hospital Insular de Gran Canaria postrado en una cama tras sufrir una lesión practicando una acrobacia en un gimnasio: "Caí con la cabeza en la colchoneta y automáticamente me quedé paralizado del cuello para abajo. Pasé de un segundo a otro a verme con mi total movimiento y mis sueños y aspiraciones a tener que empezar una vida totalmente nueva", ha relatado en SER Las Palmas.
Los pocos recursos económicos que tiene su familia le impiden abandonar la planta para enfermos medulares y regresar a casa, donde no cuenta con la adaptación necesaria.
Los mil euros que recibe de su pensión de invalidez no le alcanzan para pagar el alquiler y adaptar su domicilio y, por eso, pide ayuda a todo aquel que pueda colaborar. Necesita no sólo equipos médicos y cuidadores, también una grúa, una cama adaptada y medicación.
"Lo único que quiero es vivir en una casa con unas comodidades como cualquier otra persona; aunque esté totalmente limitado, aún tengo ambiciones de seguir trabajando y aportando valor a la sociedad o inspirando a otros", señala Planas.
Su situación ha llevado a Miguel a pasar por varias depresiones, por la frustración de pasar casi todos los días en una cama o en una silla de ruedas dentro de la habitación del hospital: "He pasado momentos muy oscuros, he llegado a pensar que una vida en esta situación no tiene sentido pero, gracias a la ayuda y consejos de personas a mi alrededor y mucha fortaleza mental, he conseguido darle la vuelta a la tortilla", concluye.