Por Eugenio Fernández - Canarias-semanal.org
Un informe de la
Intervención General de la Administración del Estado, dependiente del
Ministerio de Hacienda, llegó a calificar el Caso de Las Teresitas como
"un pelotazo urbanístico de libro". Y, realmente, no es para
menos. Un somero repaso a la información
que hasta ahora se había conocido sobre este escándalo de corrupción bastaría,
en efecto, para dar toda la razón a los técnicos de Hacienda.
110 MILLONES DE EUROS DE FONDOS PÚBLICOS A LOS BOLSILLOS
DE IGNACIO GONZÁLEZ
En 1998, el conocido
empresario Ignacio Manuel González Martín adquirió un frente playero de 298.000
metros cuadrados en Santa Cruz de Tenerife, por 33,1 millones de euros a través
de una sociedad creada por su testaferro: Inversiones Las Teresitas (ILT). El
pago lo realizó con un crédito de 33,7
millones que se concedió a sí mismo desde Cajacanarias. Entidad en cuyo consejo
de administración se encontraban el mismo y, entre otros, el entonces alcalde
de la capital tinerfeña Miguel Zerolo, de Coalición Canaria.
En 2001, el
Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, con Zerolo a la cabeza, le recompró a González
un tercio del suelo por 52,7 millones. De esta manera, el empresario se embolsó
19,6 millones de euros - la friolera de 3.261 millones de ptas. - gracias al
sobreprecio abonado, con el dinero de todos los ciudadanos, con respecto al que
él había pagado por el total del frente playero tres años antes.
Para realizar esta operación,
el alcalde ignoró los informes de los técnicos del consistorio, que otorgaban
al suelo un precio tres veces inferior al que, graciosamente, decidió
abonarle a Ignacio González. Por si este
fraudulento beneficio no hubiera sido suficiente, Zerolo también procedió a
recalificar para uso residencial el suelo que aún pertenecía al empresario. De
esta forma, éste se embolsó otros 90,3 millones de euros. Más de 15.000
millones de las antiguas pesetas. En total, el "pelotazo de libro" le
costó a las arcas públicas del municipio 110 millones de euros.
EL AYUNTAMIENTO COMPRÓ UNOS TERRENOS QUE YA ERAN SUYOS.