Una CAMPAÑA DEL COLEGIO DE FARMACEÚTICOS SUGIERE NO USAR LOCIONES ANTIPARASITARIAS PREVENTIVAS. Dolores Almeida presentó la campaña en Las Palmas
La vigilancia y las revisiones periódicas son la clave, porque es la mejor forma de saber si el niño o niña tiene piojos o no. Una vez seguros de que los parásitos han tomado la cabeza del niño debemos informar de ello en el colegio para que avisen al resto de padres.
Este sí es el momento de aplicar pediculicidas, insecticidas de uso externo que se venden en farmacias en forma de champús, sprays, lociones e incluso colonias y que atacan al piojo y la liendre provocándoles la muerte.
Aplicarlos antes de saber a ciencia cierta si el niño tiene piojos es un error: los insecticidas no deben utilizarse como preventivos porque, además de que ocasionalmente pueden causar efectos secundarios, a la larga los piojos podrían hacerse resistentes a los tratamientos.
La mayoría de los pediculicidas se componen de permetrina, malathión o lindane. Las piretrinas deben ser la primera opción y, entre ellas, los productos que la contienen en una concentración del 1%, la más conveniente porque destruye las liendres y los piojos con muy escasos efectos adversos.
En segundo lugar, se recomienda el uso de malathión. Y en cuanto al formato que mejor garantiza el contacto del producto con el cuero cabelludo del infestado, los mejores son geles y las lociones.
El gel produce un efecto inmovilizante sobre el piojo, que le produce la muerte. Si el tratamiento es con champú, con el agua la concentración del plaguicida disminuye y se elimina con el lavado por lo que hay que repetir la aplicación del champú dos o tres veces en intervalos de tres días para lograr la erradicación de las ninfas- crías del piojo- que puedan ir apareciendo.
+info:
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=237403&p=2