lunes, 30 de noviembre de 2009

Silverita, Madre Cristiana


M.A.
Las Palmas de Gran Canaria
Silveria Bordón, Silverita para sus allegados y amigos, murió el pasado sábado 18 días después del fallecimiento de su hijo Félix, que estuvo 43 años en estado vegetativo tras sufrir un accidente de moto. Ayer fue enterrada en Ingenio en un emotivo y multitudinario acto.
Sus palabras hace dos semanas sonaban a premonición. En un reportaje publicado por CANARIAS7, Silveria relataba con angustia que «siempre le había pedido a Dios que yo me muriera por la mañana y él se fuera por la tarde». No encaja con el tiempo transcurrido entre su muerte y la de su hijo Félix, pero sí con sus deseos. Incluso había añadido en aquella entrevista que no se atrevía «a regresar a casa y no encontrarlo allí. Él era toda mi vida, no me hago a la idea de vivir sin cuidarlo. He sido la mujer más feliz del mundo estos años y ha sido un privilegio muy grande poder cuidarlo hasta el final».
Ayer, la gente que acudió a su entierro, mantenía con certeza la teoría de que Silveria «descansa por fin» después de pasar media vida cuidando de su hijo. Una muerte que a juicio de la mayoría le sobrevino por la enorme pena, la tristeza que le produjo la marcha de Félix.
Un 14 de marzo de 1966, después de terminar con su jornada laboral, Félix Alonso Bordón sufrió un accidente con su moto en el municipio de Moya, era de noche y no encontraron su cuerpo hasta la mañana siguiente. Tras permanecer diez meses ingresado en el hospital de El Pino, su madre se hizo cargo de su cuidado hasta que falleció. Fueron 43 años de lucha y de entrega.