En un brillante análisis Octavio Hernandez, en Canarias-semanal.com defiende que todo el lío montado con el diario El Día no deja de ser una lucha entre partidos políticos por ocupar espacio mediático.
Según su análisis, la implantación del periódico más unido a la influencia directa de CC hizo que el PSOE intentara hacerse un sitio en la prensa que le permitiera más autonomía política respecto a El Día y el Diario de Avisos. El PSOE lo intentó con La Opinión, pero fue con La Gaceta como echó el gran pulso a CC en prensa escrita. Coincidiendo con la ofensiva política encabezada por López Aguilar, el PSOE embarcó a algunos empresarios en Tenerife, principalmente constructores e inmobiliarios, para intentar una operación que permitiera remontar la creciente influencia de El Día en número de lectores. Para ello recabó el apoyo de algunos de los redactores del propio periódico y se los llevó a La Gaceta.
La necesidad de reforzar la influencia mediática de CC frente a los órdagos desafiantes de un PSOE crecido con Aguilar quedó patente. A alguien se le ocurrió que había llegado la hora de provocar a lo grande, con temas más espinosos, más irritantes.
Los mismos redactores que habían lanzado noticias sobre el tratamiento que El Día daba al pleito -ahora rescatado con el "gran"- y a la inmigración, continuaron en esa línea con el "soberanismo". Simultáneamente, la dirección del periódico abrió más sus páginas a las viejas glorias del independentismo (...) Y todo esto se convirtió en una bola de nieve que catapultó a El Día a las mayores cifras de ventas. Paralelamente, la operación del PSOE en La Gaceta no aguantó el pulso, intentando salvar los muebles con el traslado a La Opinión de alguno de sus principales promotores.
Finalmente, el PSOE entra ya de lleno en liza llevado por la desesperación. No ha logrado avanzar en implantación mediática, sus patrocinadores empresariales han perdido millones de euros, La Gaceta y La Opinión no despegan, sino se hunden.
Como en un combate de lucha canaria, cuanta más fuerza ponen en la anticampaña, más publicidad le hacen a El Día y más se incrementa su volumen de ventas e implantación social