El consejero de Medio Ambiente canario, Domingo Berriel, será ahora uno de los apóstoles de Al Gore para explicar el peligro del cambio climático. Sin embargo, hace sólo dos años dudaba de la existencia de este fenómeno
VERÓNICA MARTÍN
Esto del cambio climático se ha convertido ya en una cuestión que trasciende el ámbito científico y ha acampado -con iglú de lujo y linterna con luces de colores- en el mundo político. Por una parte, el líder de la oposición nacional, Mariano Rajoy, utiliza las tesis de un primo suyo -al parecer físico- para decir que no se puede saber lo que ocurrirá dentro de 300 años. Eso sí, días después de que le diluviaran las críticas, rectifica diciendo eso de que todo el mundo se equivoca y que él también. Más allá del primo de Rajoy, en Canarias parece que el calentamiento global y las emisiones de CO2 se han convertido en una realidad que hace que los más escépticos -con o sin primos- se conviertan. En las Islas ya se han podido constatar los efectos del cambio climático, mucho antes de que el ex vicepresidente de Estados Unidos, oscarizado y nobelizado, Al Gore viniera a explicar a empresarios y curiosos en qué consistía el calentamiento global. En Tenerife, lo hizo en el Auditorio de Calatrava y a un precio de 150 euros por asistente. Allí, aseguró que Canarias podría ser eje de la lucha contra el calentamiento global.Después de los múltiples reconocimientos y de las polémicas, Al Gore ha logrado una conversión de lujo que es la del propio consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, quien ahora forma parte de los 1.500 apóstoles del cambio climático que Al Gore ha reclutado en toda España bajo la promesa de que harán todo lo posible para convencer sobre la necesidad de hacer algo ante la inminente llegada de las consecuencias del cambio climático. Lo de conversión viene porque el propio Berriel dudaba, hace menos de dos años, de la existencia del propio calentamiento global. Fue justamente un mes después de que la tormenta tropical Delta dejara a Tenerife casi una semana sin luz y que generase una gran incertidumbre social. En ese momento, en unas declaraciones a La Opinión de Tenerife [bendita hemeroteca], Berriel respondía a la pregunta de si Delta tenía relación con el cambio climático que aún y lo hacía diciendo que "no había una certeza científica sobre el cambio climático" y que era "una temeridad" hacer la relación entre ambos fenómenos. Hace unos días Al Gore reunió en Sevilla a gran parte de estos 1.200 líderes nacionales, entre los que se hallaba Berriel, y precisamente puso como ejemplo de una de las consecuencias en España de este fenómeno la llegada de Delta. Parece que Berriel ya ha despejado todas sus dudas y, dos años después, se convierte en un abanderado de este problema mundial. Y no lo hace solo pues el presidente del Gobierno ha creado una Agencia canaria del desarrollo sostenible y contra el cambio climático y ha empezado a redactar una estrategia canaria contra el calentamiento global.
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