Eugenio A. Rodríguez
Sean diez mil, sean más, o sean menos, solo en las calles de Las Palmas de GC es seguro que miles de personas nos hemos manifestado contra el modelo turístico.
Además hoy lo han hecho también otras ciudades de las islas. Tras la expresión "Canarias tiene un límite" se han dado cabida ideologías bien diversas y plurales. Está, sin duda, el ecologismo, crítico con las inversiones faraónicas.
También están grupos preocupados por las cuestiones laborales, como las Kellys, pues el modelo turístico crea las peores condiciones laborales.
No han faltado los afectados por la cuestión de la vivienda. Sigue su precio en escalada entre otras cosas por la vivienda vacacional.
Lo pone más fácil que, caído el "gobierno de las flores", buena parte de la izquierda ahora también se une a la protesta y no lo tendría tan claro con un gobierno progresista. Los cánticos referentes a Clavijo eran muy frecuentes.
En muchos de los asistentes podían unirse varías razones para asistir. A mi me resulta especialmente atractivo el pluralismo de indumentarias. Quien con traje típico, quien con ropa deportiva, bastantes con camisetas referidas a la cuestiones que más les afecta y en la que trabajan de manera cotidiana.
De agradecer también la menor presencia de banderas que en otras ocasiones. Las banderas en estos actos son un problema. Desaparecida la bandera de la Segunda República ahora va y aparece la ikurriña. Si una no hacía bien no sé que pinta esta. Excesivas desde luego las canarias con las estrellas verdes que no todos compartimos. El pueblo-pueblo no entiende de banderas sino de pueblo.
Llama la atención que haya gente de todas las edades y quizá especialmente jóvenes, también por cierto esos adolescentes que algunos piensan que son incapaces de hacer algo más allá de las pantallas. Allí estaban con sus carteles hechos a mano.
Estamos de enhorabuena cuando vemos que puede haber movilización. Quizá sea hora de pedir a partidos y todo tipo de asociaciones dar mayor forma al debate.