Canarias, igual que el esto de España, está sufriendo una importante fuga de médicos, sobre todo de aquellos que acaban su formación. El año pasado, atendiendo al número de certificados de idoneidad profesional expedidos por los colegios médicos, abandonaron las islas 169 facultativos. Ese año iniciaron la formación tras aprobar el MIR 253 médicos, una cifra similar a los que acababan y que, en teoría, se tendrían que incorporar al sistema público de salud.
Marta León, secretaria general del Colegio de Médicos de Las Palmas y responsable del Registro de Demografía Médica del Consejo General de Colegios de Médicos, tiene claro por qué se van los médicos que se han formado en los hospitales de Canarias: «Porque los contratos que se les ofrecen no son atractivos». De idéntica opinión es Rodrigo Martín, presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife, quien, además, llama la atención sobre la disparidad de criterios entre los hospitales a la hora de contratar.
169 especialistas se fueron de Canarias en 2018, la mayoría tras su último año de residencia
El Servicio Canario de Salud (SCS) «ya le ha visto las orejas al lobo», dice Marta León, y desde febrero está contactando con los médicos que están en su último año de residencia en medicina de familia y comunitaria para ofrecerles contratos de dos años, algo que corrobora la directora general de Recursos Humanos del SCS, Antonia Pérez. «Ya estamos citándolos para ofrecerles contratos de dos años y en algunos casos incluso la interinidad» en un intento de «fidelizar» a los nuevos médicos.
Antonia Pérez asegura que «en este momento» el SCS no tiene miedo a que el sistema pueda colapsar por la falta de especialistas porque «se van pudiendo acreditar más plazas de formación» y, por tanto, «se van aumentando las plaza en algunas especialidades» y hay «equilibrio entre el personal que se jubila y el que se va incorporando al sistema».
No opinan lo mismo ni en los colegios ni en los sindicatos médicos, que creen que «está en riesgo la sostenibilidad del SCS» y, además, «se está perdiendo talento», sostienen Marta León y Rodrigo Martín.
Se van y se jubilan más de los que se incorporan. Desde 2015 hasta 2018 se fueron de Canarias 575 especialistas, según los colegios profesionales. En toda España, fueron 3.525 los médicos que solicitaron en 2018 el certificado de idoneidad profesional, que es el documento que deben presentar en los países dónde vayan a trabajar. La mayoría se fue a Francia, Reino Unido e Irlanda y a Arabia Saudí, Estados Unidos y Canadá. En Canarias, la mayoría se mueve entre comunidades, pero también se van a Reino Unido, Francia e Irlanda.
«Nos gustaría que se quedaran todos», dice la directora general de Recursos Humanos del SCS, pero es consiente de que los sueldos que se pagan a los especialistas en Reino Unido, Francia o Irlanda «son muy superiores» a los que hay en Canarias y en España en general. Aún así, Pérez asegura que «no se van porque no tengan posibilidades de trabajo» porque, «al acabar tienen el puesto garantizado», dice. Aunque, eso sí, en unas condiciones «mucho menos atractivas», con unos salarios que apenas rozan los 20.000 euros anuales (sin guardias).
El único requisito para salir fuera, explica Marta León, es «un buen dominio del idioma». En Francia, un especialista cobra 150.000 euros al año y en Reino Unido sube hasta los 200.000 euros. «Por eso se van», asegura.