Informa Francisco J. Fajardo en Canarias7 de algo que no sabemos si calificar de perversidad o simplemente estupidez. No sólo los tiburones del Acuario gozan de una dieta de la que carecen muchos ciudadanos. A ello hay que añadirle el coste de alimentales mediante buzos. ¿Esto no es tirar comida?
«Llevamos una rutina de alimentación perfectamente estudiada que varía según la especie o el peso de cada ejemplar», explica Castellanos. «Por ejemplo, los tiburones grises comen todos los días y de manera variada entre pescado azul, blanco o potas y lo hacen después de entrenarlos para que suban hasta la superficie», cuenta el conservador mientras Álvaro Albeda –responsable de agua salada fría– les da el alimento desde el borde del tanque. Otros tiburones como los nodrizas vienen a alimentarse a superficie cuando se les llama con un sonajero y comen tres días a la semana, mientras que los cazones se suben solos a una camilla que colocan en el borde del Deep Sea y allí se alimentan según la dieta prescrita.
Pero no todas las especies de escualos suben hasta la superficie para comer. Tanto los espectaculares tiburones toro, como los ejemplares de chuchos negros, las rayas grandes, los peces guitarra o los meros, tienen que ser alimentados por buzos, que descienden hasta el fondo del Deep Sea para darles el sustento.
Especialistas.
Se trata de una maniobra que llevan a cabo los diferentes equipos de buzos especializados en estas tareas del acuario Poema del Mar: «Por seguridad, los compañeros que van al agua tienen siempre que tener la espalda cubierta para tener la situación controlada y saber dónde están todos los ejemplares». Castellanos deja claro que «el tiburón nunca identifica al buzo con comida ni tiene el mayor interés en morderles, además de que los tiburones son especies asustadizas y lo primero que les apetece al ver a los buzos es irse lejos», detalla.