Veinte familias, integradas en su mayoría
por desempleados de larga duración y con hijos pequeños a su cargo,
deben abandonar sus casas en un plazo de tres meses. Los afectados, que
residen en Los Barracones de Juan Grande, propiedad del Conde de la Vega
Grande, exigen a la administración una "vivienda digna" ante el futuro
incierto que les espera. Los hijos de Alejandro del Castillo y del
Castillo planean convertir la zona en un parque industrial.
Hace
más de 40 años, cuando el boom turístico aún no había comenzado en San
Bartolomé de Tirajana, muchos de los habitantes del municipio se
dedicaban a trabajar las tierras del conde.
La familia del
Castillo permitió que alrededor de 20 familias se instalaran en un grupo
de cuarterías, ubicadas junto a la finca condal de Juan Grande. Sin
embargo, con el paso del tiempo muchas de esas viviendas han sido
ocupadas por los descendientes de los aparceros o por nuevos habitantes
de la zona.
Hace unas semanas el abogado de la familia del
Castillo comunicó a los vecinos de Los Barracones que deben desalojar
sus viviendas en un plazo aproximado de tres meses. La junta de
compensación de los terrenos, integrada por los herederos del conde y
otros titulares de la finca, proyecta convertir el enclave en un parque
empresarial. En la zona, que goza de calificación industrial en el Plan
General de 1996, aún en vigor, se instalarán nuevas "naves de
almacenamiento y talleres de mecánica".
El proyecto pasa por el
derribo de las 20 viviendas, por lo que los afectados piden a la
administración "una alternativa" para no quedarse en la calle.
"Sabemos
que tenemos que abandonar nuestras casas, pero necesitamos un techo
donde vivir porque muchos de nosotros no tenemos recursos para pagar un
alquiler", señaló Marisa Suárez, a las puertas de las oficinas
municipales de Maspalomas.