Se marchan, pero no son tantos como en ocasiones se dice. La crisis ha resucitado el fenómeno de la emigración: muchos jóvenes han abandonado el domicilio familiar y se han comprado un billete de avión para algún país, casi siempre europeo, con la intención de probar suerte: algunos la han encontrado y otros han tenido que darse la vuelta. No hay cifras exactas: muchos de los que se marchan no se registran en los consulados de los países de destino, por lo que resultan, estadísticamente, invisibles. No obstante, según el Gobierno central, entre enero de 2012 y junio de 2014 se marcharon del Archipiélago 10.014 personas con nacionalidad española. ¿Todos eran jóvenes cualificados para los que el mercado no tenía ni siquiera una oportunidad?
miércoles, 15 de julio de 2015
No es un éxodo, es un goteo
Se marchan, pero no son tantos como en ocasiones se dice. La crisis ha resucitado el fenómeno de la emigración: muchos jóvenes han abandonado el domicilio familiar y se han comprado un billete de avión para algún país, casi siempre europeo, con la intención de probar suerte: algunos la han encontrado y otros han tenido que darse la vuelta. No hay cifras exactas: muchos de los que se marchan no se registran en los consulados de los países de destino, por lo que resultan, estadísticamente, invisibles. No obstante, según el Gobierno central, entre enero de 2012 y junio de 2014 se marcharon del Archipiélago 10.014 personas con nacionalidad española. ¿Todos eran jóvenes cualificados para los que el mercado no tenía ni siquiera una oportunidad?