jueves, 17 de enero de 2008

UNA DOCENA DE BARCOS PATRULLARÁ TODO EL AÑO EN ÁFRICA BAJO EL MANDO DE FRONTEX

JOSÉ NARANJO / LAS PALMAS DE GRAN CANARIA. Una docena de embarcaciones, de las que la mitad serán españolas y el resto europeas y africanas, patrullarán entre el 1 de febrero y el 15 de diciembre de 2008 el litoral africano para intentar frenar a los cayucos, todo ello bajo la coordinación de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) y la financiación española y de la UE. Por primera vez en su corta historia, el operativo de Frontex será permanente a lo largo de casi todo el año.Aunque los medios son prácticamente los mismos que han operado durante 2006 y 2007, su presencia será constante y no tendrá los altibajos que sufrió el año pasado, cuando en varias ocasiones España se quedó sola ante la inmigración.Este hecho ha sido posible gracias al incremento en la financiación del propio Frontex, que ha pasado de contar con un presupuesto de 12 millones de euros en 2006 y 35 en 2007 a contar con un total de 70 millones para el presente 2008, de los que al menos 12 se destinarán al operativo en Canarias.Paralelamente, la UEha contribuido con otros 87 millones de euros a España para tres acciones concretas:financiación de las patrullas conjuntas en Marruecos, Mauritania y Senegal, los costosísimos vuelos de repatriación y, finalmente, la gestión de fronteras.Los países que ya han confirmado su presencia en el nuevo operativo de 2008 con medios materiales son Italia y Portugal, así como Alemania y Francia con personal, mientras que los países nórdicos y bálticos a excepción de Finlandia, donde está la sede de Frontex, siguen mostrando cierta indiferencia.PATRULLAS CONJUNTAS. Pese a que ya en 2004 dieron comienzo las patrullas conjuntas hispano-marroquíes en aguas de este país africano, realmente fue en mayo de 2006 cuando se dio el pistoletazo de salida al actual despliegue de vigilancia en el litoral del continente con la llegada a Nuadibú (Mauritania) de la patrullera Río Duero de la Guardia Civil Española. Tras intensas negociaciones bilaterales, Nuakchot y Madrid daban luz verde a la presencia permanente de una patrullera y un helicóptero en la ciudad portuaria del norte mauritano, que por aquellos días ya se había consolidado con el gran punto de salida de los cayucos hacia Canarias. A la Río Duero le seguía el barco Petrel de Vigilancia Aduanera, que comenzó a operar más al sur, con base en el puerto de Nuakchot.Sin embargo, estas iniciativas españolas no encontraron eco en la UE hasta septiembre de 2006, el mes de mayor llegada de cayucos a Canarias, cuando una patrullera italiana y una corbeta portuguesa comenzaron a patrullar en Senegal y Cabo Verde, respectivamente. Ese mismo mes se sumaban dos patrulleras de la Guardia Civil, la Río Ara y la Río Cabriel, con lo que se daba por comenzado, con dos meses de retraso, el primer gran despliegue de Frontex en aguas del Océano Atlántico.A los medios acuáticos se sumaban un helicóptero de la Benemérita en Nuadibú, otro de la Policía Nacional en Dakar y un avión de vigilancia italiano, además de los medios de las policías africanas, que, aunque intermitentes, aportaban su mejor conocimiento del terreno.Pese a la retirada de la corbeta portuguesa y la intermitencia de los medios italianos, el despliegue se mantuvo más o menos constante gracias a la renovación de medios por parte de España, que envió a la zona a tres nuevas embarcaciones y retiró el Petrel, entre ellas el Río Miño que opera en Senegal y que estos días pasa una revisión rutinaria y de descanso de su personal en su base de Las Palmas de Gran Canaria.IMPLICACIÓN. Este despliegue, junto a la implicación de los propios países africanos y el éxito de las repatriaciones, explica el notable descenso en la llegada de cayucos a Canarias, pues hay que recordar que en 2007 fueron 12.000 frente a los 32.000 de 2006. El Ministerio de Exteriores, con su creciente presencia en la zona a través de nuevas embajadas y consulados, ha jugado un papel clave en la negociación de convenios bilaterales que permitieran esta presencia extranjera en las aguas de países soberanos.Un último factor, menos publicitado por razones obvias, está permitiendo la desarticulación de las expediciones antes incluso de su partida y es la presencia permanente de agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en países como Senegal, Gambia, Guinea Bissau, y Mauritania, cuyo trabajo ha facilitado a las autoridades locales la desarticulación de grupos que facilitaban la salida a los candidatos a la emigración. La presencia de este tipo de efectivos también se ha visto apoyada por el despliegue diplomático impulsado por el Gobierno.