martes, 24 de junio de 2008

JUANA, LA HERMANA Y LA PRIMA

ANTONIO CACEREÑO
Un vecino de Santa María de Guía, en la isla de Gran Canaria, ha tenido la pragmática idea de llevar a la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Canarias debido a la situación por la que atraviesa su hijo, de 19 años de edad, reconocido como uno de los beneficiarios de las ayudas previstas en la Ley de Dependencia, pero que todavía no las ha recibido.Las pidió en junio de 2007 y, aunque la Ley entró en vigor en enero de este año, el joven aún no ha visto ni un euro de los pocos que le darán para contribuir a facilitar su autonomía personal. Como él, son cientos de personas en toda Canarias las que aguardan a que la implacable y desengrasada maquinaria de la Administración cumpla de una vez con ellos.Los ayuntamientos y cabildos, que si la Comunidad Autónoma; la Comunidad Autónoma, que si el Estado... Juana, la hermana y la prima. Lo cierto es que los problemas de los ciudadanos con nombres y apellidos, con ojos, nariz, boca, oreja, brazos, piernas, corazón... siguen sin solucionarse.Suma y sigue. No hay dinero tampoco para construir a los mayores centros en los que puedan ser atendidos de una forma más o menos digna y a precios asequibles durante los últimos días de su vida. Qué más da.Varias decenas de padres del colegio público Rafael Gómez de la Vega, en el municipio grancanario de San Mateo, protestan contra la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias por el cierre de una unidad de infantil en el centro. La cuestión no es baladí porque tiene truco. La supresión del aula supondrá una reducción del número de profesores. Pero también un aumento en el número de escolares por docente. La integración de alumnos de diferentes niveles en la misma clase. La pérdida de programas y de horas de apoyo. Hacen bien madres y padres por echarse a la calle para quejarse. Y lo resumen mejor en una de sus pancartas: "Tele, radio y policía nos roba la educación de nuestras-os hijas e hijos".Ésas, más -claro está- subirse el sueldo, pobrecitos, son algunas de las prioridades de quienes nos gobiernan. Por encima de la situación de las personas que padecen algún tipo de deficiencia, por encima de los mayores y hasta de la educación.