En el verano de 1980 el Puerto de Las Palmas era un hervidero.
Las familias estaban en lucha. Una joven, Belén María, lo pagó con su vida, un 25 de julio.
El entierro fue un grito por la solidaridad y la justicia.
La ciudad le dedicó una plaza.
Su vida y sus poesías hoy deben ser
Razones para luchar.
SI EL MUNDO FUERA
Si el mundo fuera más limpio
Si el hombre aprendiera a amar
Si el hombre supiera darse
Nada estaría mal,
No habría tantas guerras
Y brillaría la paz.
Si el hombre fuera otro hombre
Si el hombre supiera amar
Sabrías en su mirada
Las verdades descifrar,
En el brillo de sus ojos
Habría sinceridad.
Las palabras de sus labios
Hablarían la verdad.
Todos juntos de las manos
El camino caminar.
Qué lastima, Señor mío,
Que el hombre no sepa Amar.
Belén María