viernes, 21 de marzo de 2014

¡Gracias Nena!


Laura Sánchez
Al escribir unas líneas sobre ti solo me viene a la cabeza una palabra: ¡Gracias!
Ya hace una semana que marchaste a la casa del Padre, y seguro que desde allí intercedes por tu familia y todos nosotros.
Estos días me contaba una amiga que su vecina había muerto sola y que nadie se dio cuenta hasta pasados quince días, la señora tenía familia e hijos. Y yo pensé en ti, en lo afortunados que hemos sido los que te hemos conocido. Tú no estabas sola, marchaste rodeada de los tuyos. Pienso que uno recoge lo que siembra, y tú querida Nena solo pudiste recoger amor.
De nuevo… Gracias
Repasando estos años en los que te he conocido, más de quince, me he quedado con tres cosas:
-Tu matrimonio… seguro que sin pretenderlo han sido ejemplo de alegría, paciencia, fidelidad, renuncia… Resuena en mi cabeza tu imagen llamando a Juan: ¡Que amor desprendían tus ojos!
-Tus hijos… seis, ni más ni menos (y diez nietos ya). Hoy muchos te hubieran tachado de loca. Ellos mejor que yo han sido testigos de tu amor y ternura, pero a mí me interroga y maravilla tu vida de sacrificio y esfuerzo para sacarlos hacia delante… Resuena en mi cabeza tu imagen en la cocina poniéndoles a comer a “los chicos”: ¡Con la alegría que solo puede ser fruto del amor!
-Tu casa… siempre abierta a todo el mundo, hasta en el sentido literal. En tu casa siempre había sitio para uno más, nunca faltó un plato de comida, un buchito de café o una cama si era necesario…. Resuena en mi cabeza tu imagen gritando “adelante” cuando se entraba: ¡Siempre con una sonrisa que acogía!
Acabo como empecé: ¡Gracias Nena!
Descansa en paz.