La denuncia interpuesta por el agente y el escrito que presentó el ciudadano. |
José
Manuel Suárez, un ciudadano que desarrolla su actividad profesional en
la capital grancanaria, explica que este martes se encontraba en las
inmediaciones de la plaza de La Feria cuando se percató de que tres
agentes de la Policía Local tenían estacionadas sus respectivas motos en
un paso de peatones que hay en el cruce con la calle León y Castillo.
«Estaban obstruyendo el paso e incluso una estaba estacionada
transversalmente», señala.
Añade que «como vi que no estaban haciendo ningún servicio urgente, al pasar a su altura les dije que si eso lo hiciera un ciudadano ellos no lo permitirían», para posteriormente continuar su camino.
Sin embargo, asegura, cuando ya había avanzado unos metros «me llamó uno de los agentes y me dijo que me acercara». En ese momento, «me pidió que le diera el DNI y me informó de que me iba a multar por falta de consideración a un agente», prosigue.
Este ciudadano comenta que le dijo al agente local «que no me parecía bien que me multara porque yo no le había faltado al respeto», pero que si iba a proceder a sancionarlo «que me diera su número de placa».
El ahora denunciado expone que mientras se sucedía esta escena «otro de los agentes que estaba con él comenzó a grabarme con su teléfono móvil», acción que no dudó en recriminarle.
«Le dije que por la Ley de Protección de Datos no podía grabarme con su teléfono particular y él me respondió que yo no sabía interpretar la ley y que sí que podía grabarme», dice.
Apunta, también, que le solicitó al agente del cuerpo de seguridad capitalino que «borrara la grabación» y que dejara constancia de su oposición a ser grabado.
A continuación, el primero de los agentes le hizo entrega de la sanción y al volver a requerirle el número de placa «me dijo que figuraba en la denuncia».
Indica que el hecho de que le grabasen sin su autorización le resultó «de lo más intimidatorio» y se cuestiona «en qué Estado de derecho estamos cuando uno no puede recriminar a un agente por algo que cree que no está bien».
Aunque el asunto lo ha puesto en manos de un abogado, este miércoles presentó un escrito en la Delegación del Gobierno denunciando estos hechos.
Añade que «como vi que no estaban haciendo ningún servicio urgente, al pasar a su altura les dije que si eso lo hiciera un ciudadano ellos no lo permitirían», para posteriormente continuar su camino.
Sin embargo, asegura, cuando ya había avanzado unos metros «me llamó uno de los agentes y me dijo que me acercara». En ese momento, «me pidió que le diera el DNI y me informó de que me iba a multar por falta de consideración a un agente», prosigue.
Este ciudadano comenta que le dijo al agente local «que no me parecía bien que me multara porque yo no le había faltado al respeto», pero que si iba a proceder a sancionarlo «que me diera su número de placa».
El ahora denunciado expone que mientras se sucedía esta escena «otro de los agentes que estaba con él comenzó a grabarme con su teléfono móvil», acción que no dudó en recriminarle.
«Le dije que por la Ley de Protección de Datos no podía grabarme con su teléfono particular y él me respondió que yo no sabía interpretar la ley y que sí que podía grabarme», dice.
Apunta, también, que le solicitó al agente del cuerpo de seguridad capitalino que «borrara la grabación» y que dejara constancia de su oposición a ser grabado.
A continuación, el primero de los agentes le hizo entrega de la sanción y al volver a requerirle el número de placa «me dijo que figuraba en la denuncia».
Indica que el hecho de que le grabasen sin su autorización le resultó «de lo más intimidatorio» y se cuestiona «en qué Estado de derecho estamos cuando uno no puede recriminar a un agente por algo que cree que no está bien».
Aunque el asunto lo ha puesto en manos de un abogado, este miércoles presentó un escrito en la Delegación del Gobierno denunciando estos hechos.