CH, S/C de Tenerife
El Albergue de Santa Cruz de Tenerife está ultimando las tareas concernientes a la ampliación de una infraestructura que se ha quedado pequeña ante la cantidad de personas que demandan ayuda en la isla de Tenerife.
Las colas, que con puntualidad británica -a las 12:00 horas del mediodía- se forman ante las puertas de los comedores sociales, están llenas, pues, de jóvenes y familias monoparentales, normalmente una madre con niños a cargo. A ellos hay que sumar esos otros ciudadanos cuya situación personal, como por ejemplo un divorcio o haberse quedado en paro, les ha llevado también a acercarse a pedir ayuda a estas organizaciones.
Mención aparte merecen las numerosas amas de casa con familia a cargo, muchos de sus integrantes en situación de desempleo, que no comen en estos centros, pero sí recurren a ellos para recoger una bolsa con alimentos que les complementen el escaso sueldo o subsidio que entra en casa.