M.G., La Laguna
Cuando la crisis no había asomado aún su fea cara y los índices de empleo se encontraban en lo más alto, las aulas canarias se vaciaban y los resultados escolares caían en picado. Unos años después, las complicaciones financieras hacían su aparición acompañadas de un progresivo repunte tanto de la afluencia de alumnos a los centros como de las tasas de éxito y permanencia en el sistema educativo.
Esta correlación inversa entre situación económica y resultados escolares es una de las conclusiones que ha extraído el Consejo Escolar de Canarias (CEC) de su estudio de la realidad educativa de las Islas durante la última década. Un dato refuerza esta tendencia: alrededor de un 40% de los parados no ha completado la Primaria. Esta proporción se incrementa en islas como Fuerteventura y Lanzarote, según advirtió ayer la presidenta del órgano de participación y consulta, Dolores Berriel.