JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Apenas hemos estrenado el nuevo año y ya han surgido los primeros problemas en la sanidad canaria, derivados del recorte llevado a cabo por el Gobierno autonómico. Y es que, aunque el Ejecutivo no se cansa de repetir que el aumento de la jornada laboral (de 35 a 37,5 horas semanales) no conllevará la pérdida de puestos de trabajo, lo cierto es que la realidad dicta lo contrario. De hecho, según denuncian desde el Sindicato Médico (CESM) y el Sindicato de Enfermería (Satse), solo los hospitales de la provincia han perdido ya a más de un centenar de profesionales.
En concreto, en La Candelaria, y respecto al mismo periodo del año pasado, hay entre 60 y 75 enfermeros menos, una cifra que aumentará a medida que vayan cumpliendo los contratos eventuales y de sustitución firmados en el último trimestre de 2011. En el Hospital Universitario de Canarias (HUC), según explica el secretario provincial de Satse, Leopoldo Cejas-Fuentes, los números son similares, con más de 60 contratos menos. Mientras, en áreas como El Hierro y La Gomera, el porcentaje de profesionales de la enfermería que han perdido su puesto de trabajo ronda el 15%, lo que equivaldría a una decena de enfermeros menos que los que había hace apenas un año.
Las previsiones, además, no son halagüeñas, hasta el punto de que el Satse estima que a lo largo de los próximos meses, y sólo en la isla de Tenerife, se perderán cerca de 200 puestos de trabajo en el ámbito de la enfermería.