Catalina GarcíaPuerto del Rosario
Dos placas sin nombre lucen en las tumbas de los dos polizones que aparecieron muertos este fin de semana en el tanque de lastre del buque Rosa Delmas, frente a la costa majorera. De entre los supervivientes, dos ciudadanos han solicitado asilo en frontera.
Indocumentado número 1 e indocumentado número 2, más una fecha: 23 de abril de 2008. Es lo único que identifica a los dos ciudadanos que aparecieron muertos en el tanque de lastre del barco Rosa Delmas y que ayer se enterraron en el cementerio de Puerto del Rosario. Más suerte tuvieron los siete supervivientes que permanecen en el centro de retenciones del muelle, de los cuales dos han iniciado el trámite de solicitud de asilo en frontera, y los cuatro ingresados en el Hospital General que evolucionan favorablemente.
El entierro de los ciudadanos subsaharianos transcurrió rápido y en casi soledad. A las 13.00 horas, en el cementerio de Puerto del Rosario, sólo acompañaban el alcalde Marcial Morales, Víctor Alonso, consejero de Asuntos Sociales del Cabildo, y Eustaquio Santana Gil, director insular de la Administración General del Estado. El sacerdote rezó un Ave María y un Padre Nuestro, y se lamentó en su responso de que «lo peor es que nos sabemos ni los nombres de estas personas que vinieron buscando una vida mejor y encontraron la muerte».
De Ghana y Burundi son los dos polizones que han iniciado el trámite de solicitud de asilo en frontera. Belén Anguita, letrada de la Comisión Española de Ayuda al Refugiada (CEAR) en Fuerteventura, confía en que se admita la petición la próxima semana. Los otros cinco supervivientes no se han sumado, por lo menos por el momento, a esta solicitud. Los siete permanecen desde el sábado en el centro de rechazados del muelle de la capital majorera a la espera de que la empresa francesa consignataria del buque de bandera inglesa tramite la repatriación a sus países de origen.
