F. CHAVANEL
Desobediente y colocada en Enagás.
De repente Rosa Rodríguez, vigilante de José Miguel Bravo de Laguna en
el Cabildo de Gran Canaria, penetra por la puerta grande del consejo de
administración de Enagás. Un premio para alguien que rompió la
disciplina del grupo conservador a la hora de votar los presupuestos de
este año. En la instalación que gobierna con mano pétrea José Manuel
Soria no estamos acostumbrados a actos de piedad de este tipo.
Hace una semana el ministro de Industria expulsó a Endesa del negocio
gasístico e hidroeléctrico del Archipiélago . En su lugar colocó a Red
Eléctrica, en decisión indiscutiblemente «digital», para todo lo que
tuviera que ver con las estaciones de bombeo de las Islas y, al mismo
tiempo, impulsó que Enagás se hiciera con el control de la implantación
de gas en Granadilla y Arinaga. Una revolución.
Rodríguez se sentará en uno de los consejos de administración más
deseados del país. Ganará un fijo al año de 65.000 euros, y podrá
ampliarlo hasta los 110.000 si asiste en persona a las sesiones y si
pertenece a alguna comisión. Asistirá a las sesiones, no lo duden, y
estará en la comisión responsable de instalar el gas en Canarias. Esa es
su misión, la razón de su nombramiento: ejecutar lo ideado por
Mauricio, y el propio Soria en 2004, cuando se nombró, también
digitalmente, a los «doce apóstoles» de Gascan, seis de cada isla mayor,
los cuales terminaron aburridos y estrellados contra la tozudez de
Antonio Morales, alcalde de Agüimes. Por lo pronto Morales ya ha
recibido un aviso: el Ministerio de Medio Ambiente, en coordinación con
Industria, acaba de formular una declaración de impacto favorable a un
nuevo proyecto, que incluye, por supuesto, la construcción de
contenedores de líquidos combustibles: es la hora de la planta de gas.
Conociendo la capacidad para la negociación, el equilibrismo y la
persuasión a través del diálogo del dúo Soria&Rodríguez, no albergo
la menor duda de que ese mix energético que tanto precisa Canarias para
bajar el precio del recibo eléctrico, y para ser más competitivos,
acabará como siempre: como un caballo entrando en una cacharrería. Habrá
lío, enfrentamientos, cruce de acusaciones al límite, sucesión de
difamaciones.
+info: http://www.canarias7.es/articulo.cfm?Id=295964