martes, 21 de junio de 2011

Satisfacción en la Plataforma por la dignidad de las personas sin hogar


Y felicitar a todos los que firmaron escritos, enviaron fax, remitieron correos y difundieron la campaña de ayuda a Santiago que desde la Plataforma por la Dignidad de las Personas Sin Hogar lanzamos el pasado miércoles.
Deben saber que esta vez LO HEMOS CONSEGUIDO. Santiago descansa ya a estas horas en una residencia pública, donde parece estar muy contento y agradecido.
Deben saber que fue un aluvión de cartas y de escritos, y entre todos le hemos regalado unos cuantos años más de vida a Santiago, quien sabe si muchos más. Porque no hemos de olvidarlo, Santiago estaba el martes pasado tirado en el puerto de Los Cristianos, con la pierna que le queda hinchada e infectada de gusanos, con hemorragias nasales, vómitos y problemas serios para respirar. Y el miércoles por la mañana estaban a punto de darle el alta en el Hospital para mandarlo de nuevo a la calle, sin ni siquiera curarle bien la pierna. A partir de ese instante empezamos a mover el asunto y comenzaron a llegar escritos a todas las instituciones, y dos días después Santiago está curado y descansando, con sus papeles en camino para optar a la Ley de Dependencia y pronto también en una residencia de Los Cristianos, donde a él le gusta estar.
Lo triste del asunto es que haya que movilizar a tanta gente y con tanta energía para salvar a una persona, cuando es algo que deberían hacer y obligados están nuestros gobernantes. Triste porque nos da a pensar cuantos casos se nos estarán escapando iguales al de Santiago.
En cualquier caso, vayan en este mensaje agradecimientos sinceros de todos los que formamos la Plataforma, y especialmente de Santiago, felizmente abrumado por tanta solidaridad.
Sepan que con esta acción y con sus resultados, los que de una u otra manera hemos participado estamos dando una lección de ciudadanía responsable a nuestras instituciones, las mismas que tenían a Santiago abandonado a punto de morir, y al tiempo estamos demostrando a los ciudadanos resignados que se pueden cambiar y mejorar las cosas cuando la causa es justa y el proceder honesto.
Lo dicho, gracias a todos todas y enhorabuena, nos vemos en la siguiente acción.
Eloy Cuadra.