La asociación señala en una nota que es "muy preocupante" la situación para los agricultores que cultivan productos como el calabacín, cuyo pago al agricultor fue de 0,12 euros por kilo y los puntos de venta ascendió a 0,75 euros.
En el caso de la berenjena, los precios entre origen y destino se multiplicaron por 6,40, y la col repollo se vendió a 0,95 euros por kilo cuando el productor recibía 0,11 euros.
La COAG pronostica, incluso, que la llegada del calor en verano, con menor periodo de vida de los productos, pueden provocar un incremento en los diferenciales a partir del próximo mes.
En lo que respecta al sector ganadero, el mayor diferencial se dio con la ternera, cuyos precios entre origen y destino se multiplicaron por 2,30 hasta alcanzar un precio de venta de 12,10 euros, cuando en origen costaba 5,25 euros.