martes, 10 de febrero de 2009

Silencio(I)


Daida I. Rodríguez
Estoy empezando a pensar que tenemos los políticos que merecemos. Después de ver el debate del inútil pleno parlamentario sobre la crisis económica, el inmovilismo de nosotros, los canarios es injustificable. Me impresiona que en los bares no se hable de otra cosa que la crisis y que sigamos asistiendo como mero espectadores al espectáculo político que nos rodea. El silencio es atronador y, discúlpenme, inaceptable.Es imposible no rebelarse ante un presidente regional que achaca el desempleo y el incremento de la población activa a los inmigrantes que llegan en cayuco. Sin rubor, en televisión, en el Parlamento de Canarias, Rivero clama que 36.000 personas, que por cierto no pueden defenderse, han aumentado la población activa complicando la creación de empleo. Y nadie grita, ni protesta, ni denuncia que ninguno de esos inmigrantes se ha quedado en Canarias. Ni la oposición, ni las personas justas que no quieren que les gobierne un Ejecutivo xenófobo y demagogo. Silencio.