viernes, 29 de abril de 2022

Adopté un perro

María José Suárez

Adopté un perro hace 5 años, ya tenía 2 años. 

Mi situación actual: padre anciano más dependiente, madre cuasisoltera, estudiando oposiciones, y trabajando. No tengo tiempo para pasear al perro, no está por encima de mi padre, ni de mi hija ni de mi. 

Mi salud en precario y la gente preocupada por si paseo o no al perro. Imaginaba un escenario diferente al adoptarlo, contaba con la responsabilidad de alimentarlo, de darle cobijo, de limpiar su mierda, de pasearlo y poco más

Pero una vez fue reconocido como mi perro, se convirtió en una fuente de inspiración para los aburridos vecinos y para desconocidos. Me han parado dentro de mi coche,t ocado en las ventanas y decirme qué apertura tienen que tener para que esté bien aireado. 

Una amiga íntima dejó de hablarme porque le habían dicho que mi perro estaba en la calle y que la comida que estaba fuera era para él (cuando era para perritos de la calle), y una, en una playa ,me llamó a grito pelado "ojalá te revientes" por dejar al perro bajo la sombra y con agua mientras me bañaba en el muelle de Agaete mientras lo vigilaba. 

Bueno, esas solo unas cuantas de mis experiencias con el perro. Nadie me ha detenido ni llamado a la policía por alimentar mal a mi hija, por no pasear a mi padre, por no tener tiempo para cuidar mi salud. Podrán murmurar, criticar sobre la vida de una, pero para los casos de mascotas, hay poder para denunciar, para gritar y para actuar en su defensa. La mascota -que no, los animales de la calle: gorriones, cernícalos, mirlos, lagartos, perros, gatos callejeros, o sus espacios, etc. ( no sé cuántas veces habré llamado al Seprona o llorado por el envenenamiento de una pareja de mirlos)- tienen miles de ojos protectores. 

Y ahora las leyes para el animal doméstico, no para todos los animales o su hábitat natural.

Otra cosa, y quería terminar, lo que llaman libertad o responsabilidad para con los animales no es más que una forma más de hipocresía en nuestra sociedad. Lo veo cuando pasean a sus mascotas y si se les acerca un perro callejero le lanzan una patada porque ese apesta. Lo veo cuando ya el callejero se considera de segundas y pierde todo su derecho hasta para la vida. 

Lo veo cuando se meten en cómo se ha de cuidar a una mascota y, sin embargo, considero desde el punto de vista más etólogo-biológico, que tratar a un animal como a una persona, no se le está respetando su naturaleza.