Las autoridades de Mauritania deportaron hoy a 22 malienses y un senegalés que llegaron al país en un vuelo de repatriación desde el aeropuerto de Gran Canaria, según informaron a Efe fuentes de la seguridad mauritana.
Los inmigrantes, llegados al Aeropuerto de Nuadibú, fueron de inmediato conducidos a autobuses que los trasladan en este momento a los puntos fronterizos de Diama, en el caso de Senegal, y de Goghi, en el caso de Mali, un país actualmente en conflicto, distante este último a 1.400 kilómetros de Nuadibú por carreteras desérticas.
En lo que va de año, este es el cuarto vuelo de repatriación de migrantes que alcanzaron las Islas Canarias en patera, según dijeron a Efe fuentes de la Administración de Justicia y del Defensor del Pueblo, que hoy no supervisó la operación, como es habitual.
Mauritania y España han "desempolvado" un acuerdo que firmaron en 2003 por el que el país magrebí se compromete a recibir los emigrantes llegados a España ilegalmente (generalmente en patera) cuando se demuestre que habían salido desde territorio mauritano.
Aunque el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido en varias ocasiones estos vuelos con el argumento de que los repatriados "van a Mauritania", lo cierto es que terminan su viaje en Mali o Senegal gracias a sendos acuerdos similares que también esos países tienen con Nuakchot.