ESTHER R. MEDINA
Maeve Sanjuán. Deja Coalición Canaria, a la que pertenecía desde 1993, renuncia al acta de consejera del Cabildo y se incorpora a su puesto de trabajo.
Hija del histórico militante de CC y alcalde de Santa Cruz de La Palma durante 12 años, Antonio Sanjuán, Maeve tenía claro que si abandonaba la formación con la que concurrió a las elecciones debía entregar el acta de consejera por una cuestión de principios. Formaba parte del sector progresista de CC, que ha sido “arrinconado” por “la directiva insular real”. De momento, no se plantea ingresar en otro partido. Ahora solo quiere regresar a su puesto laboral y llevar una vida “un poco más anónima”.
(…) ¿Cuánto tiempo llevaba militando en CC?
Desde que se fundó Coalición Canaria en 1993, porque yo estuve primero en las juventudes comunistas, después pasé a Izquierda Canaria Unida (ICU) y más tarde a ICAN.
¿Le ha decepcionado la política o las personas?
Las personas. Sigo considerando que la política es una herramienta fundamental para mejorar la vida de los ciudadanos, pero me han decepcionado mucho las actitudes de algunas personas que han intentando manejar el partido a su antojo y eso, sinceramente, hiere mi sensibilidad. No soporto que haya políticos que se crean que el chiringuito es suyo y que pueden hacer y deshacer sin contar con nadie. En los partidos estamos de paso para gestionar con los pies en la tierra, porque yo soy una mujer muy realista y no me gusta despegar nunca los pies del suelo. Quiero saber en todo momento quién soy, dónde estoy y para lo que estoy. Eso para mí es fundamental. Y tengo que reconocer que nunca he hecho todo lo que he querido en los cargos que he desempeñado porque, en algunos momentos, no se me ha permitido pero lo he aceptado porque estaba en un partido y tenía que respetar la jerarquía.
Renunciar a un cargo público por coherencia no suele ser habitual en estos tiempos
Me abruma un poco que la gente se sorprenda de la decisión que he tomado, porque para mí es un acto de lo más normal. Yo no puedo darme de baja de un partido y continuar manteniendo el acta. Me presenté a las elecciones por unas siglas y si me voy, debo devolver ese acta.
Lo que está claro es que usted no está en política para disfrutar de un buen sueldo.
No, no, para nada. Ahora, en mi vida, va a haber un gran cambio a nivel económico, pero eso no me supone ningún quebradero de cabeza. Al contrario, me siento tranquila porque tengo un puesto de trabajo al que volver. Otros, quizás, tienen que comulgar con algunas cosas que no les gustan porque no tienen un empleo.
¿Le pidió consejo a su padre antes de darse de baja del partido y de renunciar a su acta de consejera?
Fue una decisión personal que solo conocía mi familia más cercana: mi padre, mi madre, mi compañero, mi hija, mis dos hermanas y mi sobrina. A mi padre le dije lo que pensaba hacer y él me dio su opinión pero no influyó para nada.
¿Quién manda realmente en CC?
No me gusta citar a personas, porque hasta ahora todos han sido mis compañeros y espero seguir teniendo amistad con muchos de ellos. Pero en mi escrito de renuncia hice alusión a la ‘directiva insular real’ y eso ha sido suficiente para que los medios de comunicación supieran dónde tenían que poner la mirada. Sin dar nombres han sabido a quien me refiero.
Afirmó tras su dimisión que los progresistas tienen cada vez menos cabida en CC ¿quiere eso decir que la formación nacionalista está girando a la derecha?
Esto es algo que llevo notando hace algún tiempo. Ese espíritu que bañaba, por así decirlo, a lo que fue Coalición, a la unión de diferentes fuerzas que conectaban con los ciudadanos de Canarias a todos los niveles, barrios, agricultores, ganaderos, comerciantes… con una filosofía social, se ha ido perdiendo. A los progresistas nos han ido arrinconando, parece como si sirviéramos para trabajar pero no para liderar, y esas cosas se van notando. Yo eso lo he vivido. Cuando manifesté mi intención de encabezar una candidatura al comité local de Santa Cruz de La Palma, al renunciar Juan Ramón Felipe, yo percibí rechazo, me fueron poniendo trabas en el camino.
¿Cree que fue un error que ICAN se integrara en la coalición nacionalista?
No, porque lo que nos unía era la defensa de Canarias y trabajar por las islas, y la parte más social y progresista la aportaba precisamente ICAN.
(...) ¿Entró en política por vocación?
Creo que me influyó lo que he vivido en mi casa. Desde que mi padre se dedicó más de lleno a la política, que tenía yo unos 15 años, siempre mostré interés, leía los periódicos y estaba pendiente de lo él hacía, y te va entrando el gusanillo. Lo escuchaba hablar en casa sobre los proyectos que tenía para Santa Cruz de La Palma, y al final, la política se convierte en una vocación. Y te diré que a mis dos hermanas también les gusta la política, aunque ellas no han participado de manera activa. Bueno, a mi hija también.
¿Tiene algún referente en el ejercicio de la cosa pública?
Mi padre, Antonio Sanjuán, porque lo conozco también como persona, y es verdad que, al ser su hija, quizás no sea objetiva, pero es trabajador, honesto, honrado, volcado hacia los demás… Tiene todos los complementos que yo creo que debe tener un político.