martes, 9 de febrero de 2010

Usamos el odio al godo para justificar nuestra incompetencia


Entrevista a Manuel de Paz
FRANCISCO POMARES | SANTA CRUZ DE TENERIFE

– ¿Cree usted que hay un rebrote de la xenofobia en las Islas?

– Respecto de la negritud yo creo que no. Pero quizá sí se dé más a nivel de emigrantes del Magreb.

– ¿Y el antigodismo de algún periódico tinerfeño?

– El antigodismo no es exactamente xenofobia, sino un juego moralmente criticable, pero poco creíble. Yo creo que lo que se vive en Tenerife es algo muy poco representativo. Que se resucite artificialmente el antigodismo me parece muy ridículo, un sainete.
– ¿Le perece un debate superado?
– No, lo que pasa es que hablamos mucho de la crisis y así parece que la crisis es mayor. Levantar el velo del falso independentismo para justificar las tropelías que se cometen en el ámbito local me parece tan infame que prefiero no prestarle atención. Usamos el odio al godo para justificar nuestra propia incompetencia, nuestra poca capacidad de superación. Nos decimos que más vale ser canario y tonto que foráneo y listo. Es un debate que no vale nada.
– ¿Cree usted que esa técnica ha sido utilizada frecuentemente?
– Históricamente se ha dado mucho esa situación. Pero eso no quiere decir que la identidad cultural de nuestro pueblo no deba ser analizada y estudiada. Somos el único pueblo europeo que tiene una base indígena, mezclada con otras muchas europeas, castellana, normanda, portuguesa, andaluza…
– Todas las tonterías que escuchamos a diario decir a muchos políticos sobre nuestra historia, ¿no evidencia un profundo desconocimiento?
– Desde luego. Ni conocemos nuestra historia ni la asumimos tampoco. Y hay que asumir la historia.– ¿Sigue siendo Canarias una sociedad gobernada por el caciquismo?

– Pues sí. Aunque ahora hay caciquismos nuevos, como el de la construcción, o el político. Yo creo que hay hábitos importados de América, pero en Canarias siempre tuvo mucha importancia, mucha base social, todo lo que tenía que ver con los tráficos ilícitos, el contrabando… Sin duda, esa cultura del contrabando se traduce en un mayor porcentaje de ilegitimidad en los comportamientos públicos. Todas las democracias tienen un porcentaje de ilegitimad, de tráficos de influencia, de corrupción. La sensación que tengo es que en Canarias es más alta, quizá vinculado al turismo, la especulación…