lunes, 28 de abril de 2025

ZAPATOS DE TACÓN Y CADENAS EN PLAZA SANTA ANA Contra la Trata - Círculo de silencio 28 abril

Unas cuantas decenas de personas nos hemos reunido hoy en la plaza santa Ana. La tarde no era apacible aunque sí lo era la sensibilidad de los asistentes. Nos reunía el Círculo de Silencio. Un invento de un viejo franciscano de Toulouse que se ha extendido por todo el mundo. Estar un rato callados en círculo por el drama de los migrantes.

En el centro de la escena unos zapatos de tacón muy alto, con colores llamativos, y unas cadenas ¿necesita explicación? También unas pancartas hechas a mano sobre la Esperanza y contra la Trata de personas, uno de los hechos macabros de este mundo contemporáneo que a veces parece no saber a donde ir.


El acto estaba organizado por la Delegación y la Mesa Diocesana de Migraciones, junto con entidades sociales comprometidas con los derechos humanos bajo el lema “¡Abre los ojos. Una economía sin Trata y sin explotación laboral. También es posible en Canarias!

La cuestión es sangrante. Diferentes actores engañan a mujeres jóvenes de otros países con ofertas paradisiacas para acabar siendo víctimas de la explotación sexual. Es el drama de la Trata. En pleno siglo XXI, derogada hace tiempo la esclavitud desde el punto de vista formal, sigue habiendo esclavitud, especialmente de mujeres empobrecidas.

Esta Trata nos la encontramos a la vuelta de nuestras casas, prostíbulos, talleres clandestinos, sufrimiento de hermanos y hermanas sin papeles que, aun dejando la piel, no sacan para sobrevivir. Los convocantes del acto afirman “Todo esto ocurre porque existe pobreza. Porque hay falta de oportunidades. Porque muchas personas buscan desesperadamente una vida mejor. Y porque hay quienes convierten esa desesperación en negocio. Las víctimas son captadas con promesas, y luego controladas con amenazas, violencia o dependencia emocional y económica”.

Miles de personas han llorado a Francisco y está muy bien pero quizá Francisco siga llorando por estas millones de víctimas cuyo problema parece que no queremos resolver. ¿Preferiría Francisco menos peregrinaciones a su entierro y más acción contra la Trata?






 

viernes, 25 de abril de 2025

COMPARTIR LA ENFERMEDAD - X ANIVERSARIO TRASPLANTE

El décimo aniversario del trasplante de Eugenio sirvió para encontrarnos a dialogar sobre la enfermedad y vida y Dios en medio de ello.

Nayra Pérez profesora de literatura de la Universidad de Las Palmas recordó algunos hitos referidos a la experiencia de la enfermedad en la literatura.

Antonio Paneque, delegado diocesano de pastoral de la salud, explicó algunas experiencias sobre la vivencia cristiana del sufrimiento.

Ana Julia contó sus experiencias con sus padres y esposo. También como.ha ido mejorando la sanidad. Ahora teme el retroceso que estamos viendo con la privatización.

Otros asistentes fueron comentando sus propias experiencias e impresiones.
Yolanda cerró el acto con algunos detalles para Eugenio y cuentacuentos.

Chocolate y unos dulces fueron motivo para seguir compartiendo impresiones.

El acto se desarrollo en el marco de "Nos vemos en la puerta" que quizá sea un espacio de encuentro en la entrada de la parroquia de Santa Clara, en Zárate (Las Palmas de GC).  


Para las personas interesadas y que no pudieron asistir ofrecemos las reflexiones más sistemáticas:

El Dios paciente . Antonio Paneque

La idea de que Dios envía o cura enfermedades es una simplificación pobre y superficial, muy reduccionista y, paradójicamente, fruto de nuestros temores y deseos de sentirnos seguros ante los avatares de la vida. Dios no quiere la enfermedad para nadie, ni la envía, ni mucho menos premia o castiga con ella. Solo desea el bien, y la enfermedad no lo es, ni la muerte tampoco. La Biblia presenta la enfermedad como resultado de la desobediencia y de la influencia del pecado, no como una acción directa de Dios a modo de castigo. Tampoco Jesús curó a todos los enfermos, ni propuso un modelo triunfalista de salud, más bien enseñó a vivir con ella.

Quiero citar el testimonio de Manolo Sanlúcar, célebre guitarrista flamenco, que perdió a su hijo cuando era joven. A raíz de ese trauma, cayó en la desesperación, había rogado sin parar a Dios que lo curara de la enfermedad, entonces se sintió angustiado y le asaltó una gran amargura. Tuvo que pasar bastante tiempo hasta que comprendió que, en realidad, había estado buscando a un Dios que no existía: un Dios inmisericorde que había decidido no escucharle en su oración y arrebatarle a su hijo, dejando heridas para siempre en su alma. Por fortuna, llegó a comprender que hay otro modo de mirar las cosas, tanto que fue capaz de decir: “Cuando me pongo a buscar al Dios que mató a mi hijo para maldecirlo, termino encontrando al Dios que llora conmigo y me acompaña en cada instante de sufrimiento. Por eso, hoy le doy gracias por los años que he estado con mi hijo”.

Aquí aparece reflejado el paso desde una concepción de la divinidad como fuerza impersonal que rige el mundo, o sea, la divinidad o divinidades de la fertilidad, del agua, de la salud, de la curación, la sabiduría, que aseguran la continuidad del ciclo vital, a la experiencia de conciencia filial que deslumbró a Jesús: él comprendió que era el Hijo del Padre, un hijo frágil, necesitado de ayuda, sí, pero a la vez provisto de una enorme dignidad, de unos recursos extraordinarios, y que era invitado a hacer uso de ellos para introducir en el mundo procesos nuevos de humanización. Haciendo así entendió que Dios es omnipotente, todo lo puede, pero no a la manera como lo entendemos nosotros. El poder de Dios está condicionado por su misma obra de creación, porque respeta nuestra libertad. La obra que salió de sus manos respeta la marcha del mundo, el curso del universo.

Es más, el sufrimiento de Dios junto al que llora es una manera de decir que Dios nos ama, y el amor lo pasa mal cuando ve que el amado sufre. Claro, al nivel de Dios y vivido desde Dios. El caso es que somos parte de un universo frágil, en el que la caricia de Dios -a través de los hermanos- ofrece consuelo, pero no puede resolver nuestros problemas con recetas a la carta, como sería la curación ansiada de las enfermedades. Sería un dios manejado por nosotros. Pero nosotros no creemos en un Dios intervencionista ni profesamos una fe infantilizada, eso sería una gran contradicción alejada del día a día de la vida, y sería renunciar a nuestro deber de ejercer la libertad de hijos. Porque la enfermedad es consecuencia natural de la existencia frágil y vulnerable del universo, del planeta y de los seres vivos que lo habitan. Lo que es evidente es que Dios no quiere las enfermedades, quiere la armonía, el bienestar, la salud, y mucho menos premia o castiga con ellas.

Vamos a aclarar algunos conceptos que se oyen a menudo en los pasillos del hospital:

1. Es bueno pensar que Dios no decide cuándo enfermamos, ni cuándo hemos de morir. Dios no decide la fecha de nuestra muerte a su antojo. Más bien acompaña desde cerca los pasos de la humanidad, sufriendo y aguardando, porque nadie (ni siquiera el mismo Dios) puede suplirnos en nuestra libertad y en nuestra voluntad, porque de ese modo nos privaría de nuestro verdadero ser. Más bien se sirve de las causas segundas, ese universo de circunstancias que acompañan misteriosamente nuestro camino. Lo que está claro es que el Dios de Jesús llora con nosotros y nos acompaña en el sufrimiento. Por eso, se trata de dar gracias por lo que hemos tenido, sin dejarnos aplastar por lo que hemos perdido.

2. Las oraciones de petición también hay que revisarlas. Tenemos que orar, claro está, pero más que nada para cambiar nosotros y asemejarnos cada día más a Jesús, que pasó sus días cargado con la fragilidad de su propia existencia humana, arropando y aliviando a los enfermos, con la única fuerza extraordinaria de que era capaz: el Amor, la mayor manifestación de su divinidad, entregando la propia vida por todos y sin límites.

3. Una narración edificante ayuda a entender el misterio de la cruz que llevamos a cuestas: es la historia del hombre que recriminaba a Dios por el peso que le había tocado llevar. Dios le propuso entonces visitar el “catálogo” o “muestrario” de cruces para que eligiera la que mejor le parecía, la más adecuada para sus capacidades, dejando a la entrada la que le había correspondido hasta entonces. Después de una larga búsqueda, descartando unas, optando por otras, finalmente eligió la que le parecía mejor para él. Pero, al salir feliz y satisfecho, comprobó con asombro que se trataba exactamente de la misma que Dios le había concedido… Se ve que conoce bien nuestras necesidades.

4. La enfermedad tampoco surge del pecado, como se pensaba en tiempos pretéritos. No hay relación entre una y otra cosa. Ni es aceptable tampoco hablar de premio o castigo eterno. Esas son ideas muy estrechas y preocupantes, porque deforman y distorsionan nuestra idea de Dios y nos alejan de su ámbito, comprometiendo además nuestra propia integridad personal pues conducen a confusión. Sería mejor mantener un silencio respetuoso al respecto, pues así diremos menos disparates, y comenzar a poner en práctica esa vida eterna que ansiamos. Invertir en ello es la mejor garantía de no desviarnos de la ruta.

5. Hay que entender adecuadamente la frase de Job: “Dios me lo dio, Dios me lo quitó, bendito sea Dios”, es decir, la paciencia de Job para no dejarse llevar por el pesimismo, el desaliento o la tristeza. Bueno, es una postura espléndida, pero siempre que no refleje resignación pasiva ni negatividad, sobre todo ante la injusticia. No me someto sumisamente a aquello que es contrario al querer de Dios, saco fuerzas de flaqueza para la solidaridad, para la justicia, porque ese Dios que “supuestamente” me quitó lo más preciado, en realidad está llorando a mi lado, me está bendiciendo y fortaleciendo para dar mi mejor versión en cada momento. También habría que añadir aquí la importancia de enfatizar la dimensión comunitaria: nos lo dio, nos lo quitó, porque todos estamos interrelacionados, somos interdependientes, por lo que se antoja del todo imprescindible el apoyo mutuo.

Para concluir, creo que lo más sensato sería pensar que todo lo que nos rodea en la trayectoria de la vida es una obra de arte magistral. Decía Manolo Sanlúcar que el arte es la sustancia de Dios. Por eso, haríamos bien en dejar que el misterio del amor de Dios vaya penetrando en nuestro interior y lo inunde de emociones que alivien nuestro dolor y fortalezcan nuestra esperanza. Haríamos bien en dejarlo que habite en nosotros como un suspiro que sale del alma herida… Herida, pero confiada y agradecida.


Literatura de la enfermedad - 
Nayra Pérez Hernández

La enfermedad nunca es neutra. El tratamiento nunca está libre de ideología.
La mortalidad nunca está exenta de política.
Anne Boyer, Desmorir

La enfermedad, una experiencia humana tan natural como universal, ha aparecido en los textos literarios a lo largo de toda la historia; desde el Antiguo Testamento, que se hizo eco de las plagas que azotaron al Pueblo Elegido, a la “locura” de don Quijote, pasando por las pestes, evocadas por Bocaccio en el Decamerón, por Daniel Defoe, en Diario del año de la peste, o por Albert Camus y su novela sobre cómo esta enfermedad transformó la ciudad argelina de Orán, y a sus habitantes. Las obras exploran el impacto de esta experiencia en el existir personal y colectivo de las personas; sin embargo, no es hasta el siglo XX cuando la enfermedad se convierte en un tema recurrente, en una manera de proporcionar herramientas –al escritor, pero también a los lectores– para comprender la propia vida y el mundo que nos rodea. En Sobre la enfermedad (1925), Virginia Woolf se quejaba de la inexistencia de “un registro de todo este cotidiano drama del cuerpo (…) Se olvidan esas grandes guerras que libra el cuerpo con la mente esclava en la soledad del dormitorio contra el asalto de la fiebre o la llegada de la melancolía”.

Muchos han sido los autores que, desde la experiencia, tuvieron la necesidad de contar el dolor; así, las narraciones de enfermedades empezaron a popularizarse después de la crisis del SIDA, en los ochenta, cuando “Las personas a las que se les había diagnosticado la enfermedad comenzaron a publicar una amplia gama de escritos con sus experiencias”. Y los lectores se acercaron a estas lecturas buscando las respuestas que no encontraban en sus consultorios médicos. Las preguntas que emergen no son pocas: ¿existe un valor terapéutico de la literatura del dolor? ¿Qué es lo que lleva a un escritor a narrarlo? ¿Qué aporta esta literatura a la enfermedad o qué aporta la enfermedad a la literatura?

Sergio del Molino publicó en 2013 La hora violeta, un libro sobre la enfermedad de su hijo, que murió de leucemia siendo un bebé y en 2020 vio la luz La piel, un relato sobre su psoriasis y el miedo al rechazo, en el que afirma que “La enfermedad condiciona la manera de ver el mundo, de relacionarse, de sentir. Es una identidad muy poderosa”. Y añadía: “No se busca la superación de la enfermedad a través de la literatura; quizás la catarsis”. Es posible que esta literatura nazca de la dificultad de lidiar con la enfermedad y no busque tanto la comprensión de ella, sino la comprensión del enfermo.

Una destacada autora de la escritura de la enfermedad es Susan Sontag, que murió de cáncer en 2004. Sobre la enfermedad y sus metáforas (de 1980) es posiblemente su obra emblema, donde disecciona y presenta con brillantez lo que rodea a un diagnóstico. Para ello, se ayuda de Thoreau, Novalis, Lord Byron, Kafka o Thomas Mann y su obra cumbre, La montaña mágica (1924), sobre un sanatorio de tuberculosos. Ocho años más tarde, Sontag, que nunca aceptó su enfermedad, escribiría El SIDA y sus metáforas.

Otra de las voces que abordó su enfermedad fue Audre Lorde en Los diarios del cáncer (1980). La introducción es una declaración de intenciones: “Soy una mujer post-mastectomía que cree que nuestros sentimientos necesitan voz para ser reconocidos, respetados, y útiles. No quiero que mi ira y dolor y miedo sobre el cáncer se fosilicen en otro silencio más, ni me roben la fortaleza que puede haber en el centro de esta experiencia, abiertamente reconocida y examinada”. Lorde navega por el sufrimiento físico y psicológico de la enfermedad.

Sobre el cáncer también resultan interesantes lecturas como Desmorir, de Anne Boyer, o Diré tu cuerpo, de Maria-Mercè Marçal. En literatura infantil encontramos un título que merece mucho la pena: Mamá se va a la guerra, de Irene Aparici (2013), un cuento para que los más pequeños puedan entender el alcance de esta enfermedad.

La salud mental ha sido clave en la obra de decenas de escritores. Anna Kavan, por ejemplo, escribe en El descenso sobre locura, insomnio, drogas o paranoia ofreciendo al tiempo un retrato sobre la psiquiatría de la época. También el deterioro de la salud de Alejandra Pizarnik, que se suicidó a los 36 años, es evidente en su obra, un material escrito con y desde el cuerpo; evolución que también se ve en la obra de escritoras como Sexton, Storni, Woolf o Plath.

Uno de los últimos éxitos editoriales en España radiografía autobiográficamente la depresión, Fármaco (2021), de Almudena Sánchez. Los brotes negros. En los picos de ansiedad, de Eloy Fernández Porta, aborda los trastornos de pánico y las crisis de ansiedad. Fernández Porta explica, sin metáforas ni romanticismo, su problema. “Hay un tipo de extenuación a la que solo se llega después de dos brotes consecutivos. Los pulmones no dan más de sí. Los ojos se han secado. Una somnolencia leve se va expandiendo. Cuando llego a ese estado, me viene a la memoria aquella expresión de Handke, ‘radiante de cansancio’, con que designaba la fatigosa satisfacción tras una tarde de escritura fructífera”. En esta línea, se acaba de publicar el demoledor Todas las esquizofrenias, de Esmé Weijun Wang, un ensayo con claras influencias de Sontag que relata la pérdida de autonomía, los ingresos y su convivencia con la enfermedad.

También, Sedados. Cómo el capitalismo moderno creó la crisis de salud mental, de James Davies, quien examina críticamente cómo se está abordando el tema de la salud mental: el problema recae en la psicologización de la rabia acumulada por un sistema que maltrata a los individuos y la imposición de la industria de la felicidad. Sobre esto también escribe Francisco Martorell en Contra la distopía (2021): “Empuñando doctrinas similares, la industria de la felicidad exculpa al sistema de los males que genera y culpabiliza a las personas que lo sufren. Domestica el descontento y el deseo de cambio en la medida en que supedita la solución de las contrariedades al esfuerzo individual, no a la acción colectiva”.

Desde la literatura también se ha abordado la enfermedad del otro, algo quizás igual de complejo que abordar la propia. En el poema El último paseo, el poeta Joan Margarit habla en boca de su hija Joana, nacida con una discapacidad intelectual y con problemas en la columna y los fémures.

Rosa Montero también abordó el cáncer de quien fuese su pareja en La ridícula idea de no volver a verte: “La vida fluía, tan normal y, de pronto, el abismo. (…) Esos días que pasé con Pablo en Nueva York, apenas un mes antes de que diagnosticaran el cáncer, son ahora una memoria incandescente: él estaba enfermo y yo no lo sabía, estaba tan enfermo y yo no lo sabía, le quedaba un año de vida y yo no lo sabía”. Otros ejemplos son Mortal y rosa, de Francisco Umbral (1975), Noches azules, de Joan Didion (2011), El tiempo vivido, sin su fluir, de Denise Riley (2020) o Si la muerte te quita algo, devuélvelo, de Naja Marie Aidt (2021).

Vemos cómo la narrativa de la enfermedad, propia o de otros, proporciona beneficios tanto a los pacientes, como a los seres cercanos a los enfermos y a los profesionales de la salud. El ser humano cura sus males por medio de la palabra y deja plasmado su sentir y su concepción del mundo en los libros -hasta hace de la literatura y su pasión por esta una enfermedad, además crónica e incurable-. La lectura de relatos, de poesía, de cuentos, y su reflexión pueden reducir la ansiedad, favorecer la autoestima y la reflexión. Pueden ayudar a hacer frente a las adversidades y promover el desarrollo personal y colectivo, su espiritualidad. La lectura ejercita el cerebro, despierta vías neuronales, activa la memoria.

Por otro lado, en cuanto a la escritura de la enfermedad, a nivel social ayuda en la normalización de la enfermedad, a la toma de consciencia con la finitud, con la muerte y con la fragilidad humana, así como a la presión en la investigación y la consolidación de los tratamientos. Así, en medio de la peste que asola la ciudad, Camus nos revela el sentido de la existencia en el apoyo mutuo y en la libertad individual, frente a la indiferencia y la autoridad. A nivel individual, contar la experiencia, la vida con la enfermedad, por medio de palabras, libera emociones como alegría, tristeza, cólera, miedo, sorpresa… y el amor. Tanto amor en el cuidado, en el desvelo, en la ternura, amor en el dolor, una revolución silenciosa, pero real.









VIVIENDA,, una propuesta del sociólogo Javier Gil


Javier Gil, doctor en Sociología e investigador del CSIC: "Necesitamos un impuesto sobre la vivienda vacía, no basta con subir el IBI"

martes, 22 de abril de 2025

Medios de comunicación. Industria de la mentira


Cristina Vega/facebook

En la novena sesión de la Escuela sociopolítica y fe cristiana, celebrada el martes 22 de abril, contamos con Abraham Canales Fernández, responsable de publicaciones de la HOAC y director de las revistas NOTICIAS OBRERAS y TÚ.

Con él abordamos el tema "Medios de comunicación y justicia social". 

Al comenzar tuvimos un momento de oración y agradecimiento por la vida de Francisco. 

Abraham comenzó compartiendo algunas ideas y cuestiones relacionadas con su experiencia. A continuación señaló las características de la justicia social desde la aportación del magisterio social de Francisco. 

Destacó algunos elementos de los medios de comunicación, sus agendas y cómo se abordan determinadas realidades que aportan el bien común. Seguidamente subrayó algunos riesgos actuales vinculados a la industria de la mentira. 

Tuvo muy presente la aportación del papa Francisco citando algunas las claves comunicativas que propone. Habló de la importancia que tiene que las organizaciones comprometidas con la justicia social, articulen una comunicación estratégica e integral que favorezca y visibilice todo el bien que se promueve para que la injusticia no tenga la última palabra. 

Y, por último, nos ayudó a interpelarnos qué hacer y cómo seguir avanzando en esa dirección…

La sesión podrá verse próximamente en el blog de la Escuela.

miércoles, 16 de abril de 2025

1.000 pacientes con alta médica ocupan camas en los hospitales de Canarias


Europa press
El colectivo de trabajadores sanitarios Asamblea7Islas ha remitido un escrito al Parlamento de Canarias en el que pidemedidas “urgentes” ante la ocupación de camas en hospitales públicos y concertados por parte de unos 1.000 pacientes sociosanitarios que cuentan con alta médica.En una nota detalla que el sistema sanitario en Canarias ha experimentado en los últimos años un “incremento alarmante” de pacientes sociosanitarios, particularmente personas mayores, pacientes con enfermedades crónicas, deterioro funcional severo o dependencia extrema, que tras haber recibido el alta clínica correspondiente continúan ingresados en centros hospitalarios porque sus familiares no cuentan con los medios para asumir su cuidado.

Así, señala que la ocupación “innecesaria” de camas hospitalarias impide el ingreso de nuevos pacientes que sí requieren atención aguda, “generando demoras en las urgencias, listas de espera quirúrgicas más largas o de ingresos médicos, además de causar un uso ineficiente de los recursos hospitalarios”.

Por ello se dirigen a los grupos parlamentarios para que “solucionen de manera urgente” la situación de los pacientes sociosanitarios que permanecen en los hospitales tras el alta médica. “No puede seguir siendo una realidad silenciada ni postergada”, indica.

jueves, 10 de abril de 2025

Cientos de personas se concentran en Las Palmas de Gran Canaria para defender el derecho a una vivienda digna. Derecho al Techo en Las Palmas de GC - Actos en toda España el 5 de abril







Redacción Servicios Informativos RTVC. (enlace)

Cientos personas se han concentrado en las horas centrales de este sábado, 5 de abril, en la Plaza del Pilar del barrio de Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria para defender el derecho a una vivienda digna.

El acto comenzó con una actuación para proceder a la lectura del manifiesto que motivó la concentración, donde se pudieron leer pancartas con lemas como ‘Acabemos con el negocio de la vivienda’, ‘La Isleta lucha por el derecho a la vivienda‘ o ‘Salvemos Guanarteme. No especulación’.

Protesta en Las Palmas de Gran Canaria

Al respecto, el portavoz de la plataforma ‘Derecho al Techo’, Javier Marrero, ha reivindicado en declaraciones a los medios de comunicación la necesidad de bajar los precios de los alquileres, luchar contra los barrios tensionados, parar los desahucios y actuar contra las empresas de ‘desokupa’ que «presionan» para llevar a cabo los desahucios.

«En Canarias existen 211.000 viviendas vacías que están cerradas, que pertenecen la gran mayoría a la Sareb, que es el ‘banco malo’, y a otros grandes tenedores», manifestó.

Por ello, opinó que «unos pocos se están beneficiando del trabajo y el sacrificio de muchas personas que no llegan a poder incluso independizarse porque su sueldo no alcanza para destinar más del 60% al pago del alquiler«.

Actividades sociales

Desde el colectivo ‘Guanarteme Se Mueve’, Xiomara Cruz explicó que el barrio es conocido por las casas terreras que tenía y que existía un tejido social que hacía que «todos los vecinos nos conociéremos». «Y se ha ido perdiendo –continuó– con la entrada de turistas que, como no es su tierra, no se involucran en las actividades sociales«.

Además, puso énfasis en las construcciones «masivas» y la «gentrificación» que están teniendo lugar en el barrio, incluso con edificios de más de diez plantas.
Protestas en diversas islas

Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura acogieron este sábado, 5 de abril, diferentes actos enmarcados en la convocatoria de movilizaciones por todo el Estado bajo el lema ‘¡Contra la especulación, defendamos el derecho a la vivienda!’

En concreto, a las 12.00 horas hubo una concentración en la Plaza del Pilar de Las Palmas de Gran Canaria promovida por la plataforma ‘Derecho al Techo’; mientras que a la misma hora se produjo otra convocatoria frente a la Subdelegación del Gobierno en Puerto del Rosario (Fuerteventura) organizada por el Sindicato de Inquilinas en la isla.

Protestas por el derecho a la vivienda 

En un comunicado CCOO ha mostrado su apoyo a la movilización estatal de este 5 de abril convocada por los sindicatos de inquilinos para defender el derecho a la vivienda y ha insistido en la necesidad de aplicar la Ley de Vivienda e intervenir el mercado del alquiler.
Alquiler social

De esta manera, el sindicato ha defendido la limitación del precio del alquiler en las zonas tensionadas, la regulación del alquiler turístico, de temporada y habitacional y la creación de un parque de vivienda pública permanente tanto para alquiler social como para alquiler asequible.

De igual modo, insta a la recuperación de viviendas vacías y de viviendas de uso esporádico para su puesta en alquiler asequible con programas de rehabilitación y garantías de pago por parte de la Administración Pública a los propietarios.
Gobierno de Canarias

Con todo, CCOO ha señalado que en Canarias hay alrededor de 211.000 viviendas vacías, lo que supone casi el 20% del parque regional; y 83.000 viviendas de uso esporádico, que representan el 8% del total.

«Por tanto –agregó–, nos encontramos con un 28% de viviendas del total que se podrían sumar al circuito de alquiler asequible aliviando la escasez de oferta en nuestras islas a corto plazo«.

Además, el sindicato expuso que el Gobierno de Canarias ha anunciado recientemente la solicitud de la cédula de calificación de unos 2.000 inmuebles para su construcción o rehabilitación como vivienda protegida, siendo «un 7% de la demanda de vivienda protegida (27.500 personas inscritas en el registro público de demandantes de vivienda protegida)».

 
 Entrevista de radio a Andrea, de Derecho a Techo (3 de abril)

Desde los Sindicatos de Inquilinas y el conjunto del movimiento de vivienda llaman a movilizaciones simultáneas el próximo sábado 5 de abril para “bajar los alquileres y que la vivienda deje de ser un negocio”. Movilizaciones convocadas bajo el lema “Acabemos con el negocio de la vivienda”.

Se consuma así un paso más tras las movilizaciones masivas protagonizadas el pasado otoño en algunas de las principales ciudades. Sevilla, Madrid, Barcelona, Xixión, Jerez, Málaga, Burgos, Bilbo, Valencia, Las Palmas, así como en varias ciudades del archipiélago balear son solo algunas de las manifestaciones que sacaron a las calles a miles de persobas para reclamar “bajemos los alquileres” ante la complicidad de los gobiernos e instituciones con la patronal inmobiliaria para seguir alimentando la vivienda como un bien de mercado.

Esta nueva convocatoria supone un paso adelante coordinando movilizaciones en todo el Estado bajo un mismo paraguas y a partir de una serie de medidas programáticas comunes. “Bajar los alquileres un 50%” se incluye así como una exigencia y no como una petición. Lograr una reducción considerable del precio de la vivienda supondría “un golpe directo al negocio que han montado con nuestras casas, y por tanto un paso decisivo en la consolidación de la vivienda como un derecho”, reclaman desde el movimiento de vivienda

Entre las principales medidas programáticas que articulan esta jornada de lucha se encuentran:

  • Contratos de alquiler indefinidos. Desde los Sindicatos de Inquilinas señalan que “cada 5 o 7 años nos expulsan de nuestros hogares para subir los alquileres, provocando miles de desahucios invisibles”.  Y apuntan a la necesidad de “contratos indefinidos para poder desarrollar proyectos de vida en nuestros hogares”.
  • Recuperación de viviendas vacías, turísticas y en alquiler de temporada. Uno de los aspectos que se consideran pilar en el crecimiento exponencial de los precios de los alquileres en el último tiempo. En este sentido, desde el movimiento de vivienda señalan que “mientras se habla de falta de vivienda, cientos de miles de casas se usan para fines que no son vivienda habitual. Necesitamos recuperarlas para que cumplan una función social”.
  • Fin de la compra especulativa. “La vivienda no puede ser una inversión. Se debe prohibir la compra de vivienda si no es para vivir en ella, ya sean fondos buitre o rentistas individuales”, consideran desde los Sindicatos de Inquilinas.
  • Desarticulación de grupos de desokupación. Ésta constituye una de las principales expresiones del escuadrismo fascista en nuestras ciudades, empresas privadas, cuerpos policiales y rentistas se dan la mano aquí. Como apuntan desde el movimiento de vivienda “cada vez más caseros acuden a grupos de matones para echarnos de nuestros hogares con coacciones y amenazas. Estas prácticas violentas deben prohibirse”.
  • Aumento del parque público de vivienda y disolución de la SAREB, una de las principales reivindicaciones históricas del movimiento de vivienda. “Es necesario ampliar el parque público de vivienda, pero no a través de la construcción masiva sino a través de la vuelta al parque público de la vivienda de la SAREB y de expropiaciones. Necesitamos un modelo que elimine los requisitos de ingresos mínimos, ajuste precios según los ingresos de los hogares y cree un sistema 100% público y de alquiler a perpetuidad” explican desde el movimiento de vivienda.

El sindicalismo de vivienda sigue creciendo en todo el Estado

El derecho por la vivienda es y continuará siendo un derecho en disputa. Frente al interés de rentistas y especuladores a través del mercado, cada vez más trabajadoras se están organizando para conquitar el derecho a la vivienda. En respuesta estamos asistiendo a una auténtica expansión del movimiento de vivienda, dando lugar a espacios autorganizados en nuevas ciudades. Sevilla, Cádiz muy recientemente, Burgos, Salamanca y Guadalajara en los meses anteriores, así como Asturies, Vigo, se suman a los sindicatos de Inquilinas de Madrid y especialmente de Barcelona, una de las puntas de lanza del movimiento de vivienda.“El enriquecimiento de una pequeña minoría rentista a costa de asfixiar económicamente a una gran parte de la sociedad, la impunidad con la que opera la patronal inmobiliaria y la imposibilidad de construir proyectos de vida por la falta de acceso estable a una vivienda han encendido la indignación social y han consolidado el consenso de que la vivienda debe dejar de ser un negocio para convertirse en un derecho” explican desde los Sindicatos de Inquilinas como principales razones de fondo para esta “explosión” del movimiento de vivienda.

martes, 8 de abril de 2025

«LA HUMANIDAD EN LA SANIDAD: UNA URGENCIA QUE NO ADMITE MÁS EXCUSAS»

Hace unos días compartimos una reflexión que surgía del dolor, la impotencia y la necesidad de poner palabras a algo que muchos sienten pero pocos se atreven a decir en voz alta: la Humanidad en la Sanidad es una urgencia pendiente. Hablamos mucho de listas de espera, de falta de recursos, de medios materiales… y claro que todo eso importa. Pero hay algo que, aunque no se mide en cifras ni aparece en los informes, marca la diferencia entre sanar o simplemente sobrevivir: el trato humano.
 
Porque cuando una persona llega a un hospital, no lo hace en su mejor momento. Llega con miedo, con dolor, con incertidumbre. Lo mínimo que espera es ser tratada con respeto, con empatía, con una palabra amable que alivie, aunque sea por un momento, la carga emocional que lleva encima.
 
Y eso, tristemente, hoy no está ocurriendo en el Hospital Insular de Gran Canaria. No podemos callarlo más. Lo vemos cada día. Lo sentimos. Y lo sufren, sobre todo, los pacientes. Personas mayores que son ignoradas. Familiares que esperan horas sin información. Pacientes que reciben miradas frías o palabras secas cuando más necesitan contención.
 
Esto no es un ataque generalizado a todo el personal sanitario. Sería injusto. Sabemos que hay médicos, enfermeros, auxiliares, celadores y trabajadores que siguen siendo ejemplo de vocación, de entrega, de profesionalismo con alma. Pero también sabemos que hay muchos otros que han perdido el norte, que han caído en la deshumanización, en la indiferencia, en la rutina sin corazón.
 
Y eso, en un lugar donde se trabaja con vidas humanas, no puede ser normalizado. No puede ser ignorado. En aquella primera reflexión que compartimos, nos preguntábamos: ¿Hay alguien dispuesto a arreglar esto? ¿O todos prefieren mirar hacia otro lado, disimular, y seguir como si nada ocurriera?
 
Y sorprendentemente, esa pregunta tuvo eco. Hay hospitales que han empezado a mover ficha. Lugares donde se ha entendido que no basta con sostener estructuras: hay que repensar cómo se cuida, cómo se acompaña, cómo se trata a los que llegan. Y eso es una buena noticia. Por eso, desde aquí, queremos lanzar un mensaje directo y respetuoso al Sr. Gerente del Hospital Insular de Gran Canaria:
 
Salga de su despacho. Recorra las urgencias. Pase una tarde observando, escuchando. Hable con los pacientes. Hable con los trabajadores. Mire los rostros. Sienta el ambiente. Y, sobre todo, reflexione. Porque si usted no lo ve, si no lo escucha, si no se empapa de lo que realmente está ocurriendo, será imposible que pueda transformar nada. Y este hospital necesita con urgencia ser transformado.
 
No pedimos milagros. Pedimos humanidad. Y si necesita inspiración, la tiene cerca. En el Hospital Universitario Dr. Negrín, por ejemplo, ya se está proyectando una unidad de corta estancia dentro del área de urgencias. Una especie de planta intermedia donde los pacientes que pueden irse a casa en 3 o 4 días no ocupan camas innecesarias, pero sí reciben un seguimiento digno, con el respaldo de hospitalización a domicilio.
 
Este modelo no solo descongestiona las urgencias, también mejora la atención, reduce la saturación, y sobre todo cuida a las personas sin deshumanizarlas. ¿No sería razonable implementar algo similar en el Hospital Insular? ¿Por qué no tomar ejemplo de lo que sí está funcionando en otros centros? Copiar buenas prácticas no es una debilidad, es un gesto de inteligencia y humildad.
 
Y le digo más: estoy convencido de que nadie se ofenderá si el Insular decide inspirarse en ese proyecto. Todo lo contrario. Los profesionales comprometidos lo agradecerán. Y los pacientes, aún más. Porque más allá de protocolos, de turnos, de agendas, de burocracia… está la vocación real del sistema sanitario público: cuidar, aliviar, acompañar. Y eso no se puede hacer sin humanidad.
 
Hoy, más que nunca, necesitamos devolverle el alma a nuestros hospitales. Necesitamos que el Hospital Insular vuelva a ser un lugar donde el trato humano sea la norma, no la excepción.  Donde cada paciente se sienta visto, escuchado, atendido como persona. Donde cada profesional sepa que su trabajo tiene valor no solo por lo que hace, sino por cómo lo hace.  Ojalá este sea el punto de partida para el cambio. Porque la urgencia no es solo médica: es ética, emocional y profundamente humana.
 
Juan Santana, periodista y locutor de Radio Las Palmas y ‘EsRadio’