Es posible. ¿en un parque? ¿en una parada de guaguas? ¿en un cajero? ¿quién sabe? Quizá esa sea nuestra idea de libertad. Es cosa suya.
Le he visto durante meses en el hospital, en los estados más variados, en general con la autoconciencia muy limitada. Seguramente se fue, le buscaron una institución, no tiene familia, no respeta las normas.
Le saludo y no me siento culpable y me voy. No creo que el hospital tenga la culpa. Ni los asistentes sociales. Ni Caritas. Ni Cruz Roja. Ni la Iglesia. Ni los partidos. Ni los sindicatos. Ni la familia. Ni la asociación de enfermos de salud mental. Ni los geriatras. Ni los que luchan contra el racismo. La culpa no creo que la tenga nadie.
Sé también que él no tiene la culpa.
Que se van amontonando las cirscunstacias. Y he recordado un refrán: "Entre todos la mataron y ella sola se murió". He mirado que dice el Centro Virtual Cervantes sobre ese refrán y dice: "En ocasiones se achaca a una sola persona o a una única causa el daño producido por muchas, un daño que ya no se puede remediar. Se emplea cuando nadie desea asumir la parte que le corresponde de responsabilidad de algún suceso infausto, en cuyo resultado han contribuido varios factores".
Dicen que si vemos un accidente desde una ventana y nos asomamos veinte, no bajamos ninguno. Si se asoma uno solo. baja. Somos así. Pues eso, esto de A. me parece que es cosa de todos. Cuando de niños deciamos "yo no he sido", sabíamos que no era verdad.