En la noche de ayer la Casa Encuentro y Solidaridad se llenó de sentido de la vida, de entrega, de militancia, de amor al Ideal. Con motivo del XII aniversario de Julián Gómez del Castillo se presentó el reciente libro sobre Julián de Voz de los sin Voz mediante una Mesa redonda.
Moderó el periodista Fernando Canellada destacando la intensa vida del militante cristiano recordado. Se unió a quienes como Juan Velarde y Alfonso Osorio creen que debe ser beatificado. Destacó las palabras del anarcosindicalista Cipriano Mera, militar de alto rango en el ejército republicano: "Con personas como usted no habría habido Guerra civil".
Pepe Suárez además de algunos recuerdos personales destacó el sentido militante de Julián y destacó los cambios en el mundo del trabajo, así como la necesaria unidad de acción entre quienes quieran hacer una sociedad nueva. Planteó abiertamente la urgencia por realizar Formación de militantes.
Carmelo Ramírez recordó la influencia en él de Julián. Y dedicó su exposición a recordar el dramático mundo en que vivimos, "no es que haya desnutridos, hoy se muere de hambre, aumentan las injusticias" dijo entre otras cosas; también destacó la importancia que Julián daba a la encarnación de los cristianos en los oprimidos. Señaló la importancia que Gómez del Castillo daba a la formación, a la asociación, a plantearse la las causas de los grandes problemas.
Loli Hernández aludió a muchas otras facetas de Julián: entusiasmo, eclesialidad, visión de futuro. Fue desgranando todos esos temas al hilo de las cosas que "nos decía". Destacó en Julián la sensibilidad, la capacidad de escucha, la fuerza.
Teresa García y Loli Hernández nos presentaron a Julián mediante estas COPLAS PARA JULIÁN creadas por Juan Antonio Tapia:
Estas son unas coplillas
Que pretenden explicar
Algo que es inexplicable
Y ahora les voy a contar.
El hijo de un socialista
De los de carta cabal,
De los que dieron la vida
Por vivir el ideal
El hijo de un socialista
Que se hizo bautizar
Cuando descubrió
que Dios
Era solidaridad.
Él nos trajo a Rovirosa
Él se llamaba Julián
Él luchó por los obreros,
Pero por los pobres más.
Era el piojo del franquismo,
Humilde, pero molesto,
Por los libros que ponía
En la calle con sus puestos.
Era un hombre visionario,
Aunque pocos lo creyeran
Pero hizo lo imposible
El Aula y la Casa Escuela.
Se recorrió toda España
Promoviendo militantes
Unos le salieron fieles
Y otros fuimos más tunantes.
Pero a todos nos quería
Para que nadie zozobre.
Y siempre nos aclaraba:
Yo les quiero, pero pobres.
Del robo del Norte al Sur
Nunca se cansó de hablar:
Que se den menos limosnas
Y se deje de robar.
Y para no ser ladrones
Que es una cosa muy dura
Él tenía la receta:
Nos hace falta cultura.
Cultura leyendo libros
Para crear opinión
Para defender al pobre
Y denunciar al ladrón.
Y oración para tener
Motivos para luchar
Porque, sin Dios, no hay razones
Para la fraternidad.
Para construir el Reino
Con cultura y oración
Como decía en el curso
De Lucha y Contemplación.
Y es un milagro de Dios
Que un hombre así haya nacido.
Y un milagro p'a nosotros
El haberlo conocido.
Pero ocurre muchas veces,
Lo dicen los evangelios,
Que no se deben tirar
Margaritas a los cerdos.
Así que no seamos cerdos
Y armémonos de bravura
Para construir un mundo
Que cultive la cultura.
Pero no cualquier cultura
Ni rara, ni estrafalaria
Que cultive con su vida
La CULTURA SOLIDARIA
Después recordamos las propias palabras de Julián inaugurando esta Casa de Cultura y Solidaridad, hoy sede de la asociación "Encuentro y Solidaridad"
El diálogo continuó con las intervenciones de algunas personas asistentes que habían conocido a Julián. Fueron tomando la palabra diferentes amigos. Casi se fue convirtiendo en una tertulia amistosa en que salió a relucir la importancia del compromiso y cómo aforntar algunas dificultades inherentes a la vivencia del Ideal, especialmente en lo relativo al compromiso político.