Eugenio Rodríguez
Se ha liado con eso de que los pensionistas paguen parte del precio final de los medicamentos. Tiempo le ha faltado al PP para llamar al orden a la que consideran una ministra pagando la novatada de decir lo que piensa, aunque sea algo mal llamado “políticamente incorrecto” donde realmente se debería decir “electoralmente incorrecto”. Y la zarandeada propuesta ¿es justa? ¿es solidaria?
A mí lo que planteó la ministra de Sanidad del PP me parece una medida realmente socialista, poco parecida a las de Zapatero o Rajoy. Una medida solidaria. Una medida justa. Una medida coherente con la Doctrina social de la Iglesia… Es -me parece- de sentido común. No me extraña que le hayan echado el freno. Ni me extraña que no le hayan puesto bozal. Simplemente le han hecho decir otra cosa ¡y tan felices!
Han saltado a la yugular de la ministra, queriendo parecer compasivos, en nombre de “los pensionistas”. Pero ¿quiénes son los pensionistas? ¿Pertenece al mismo grupo socioeconómico el anciano que no tiene para encender la calefacción que un expresidente del Congreso jubilado? ¿No debe pagar sus medicinas Felipe González? ¿un expresidente de Endesa o de Telefónica o de la Caixa? ¿Tampoco los propietarios de yates de lujo? Hablamos de gente con ingresos millonarios incluso en euros. ¿Es justo que estas personas no paguen sus medicinas?
Lo que no es solidario es que se les subvencione con un solo céntimo. Forma parte del pensamiento solidario, de la experiencia socialista, de cualquier humanismo… que los impuestos deben ser progresivos. Debe pagar más quien más tiene. Deben ponerse impuestos altos a los coches de lujo e impuestos bajos a los utilitarios. Deben tener impuestos bajos los pañales o el pan; deben tener impuestos altos las joyas o el alcohol.
Esta lógica puede llamarse Justicia, Fraternidad, Humanismo, Socialismo… o como se quiera llamar. Pónganle el nombre que quieran pero el final del asunto siempre es el mismo: El que pueda que pague sus medicinas y el que no pueda que no las pague; “de cada uno según sus capacidades, a cada uno según sus necesidades” es un clásico. Y el nombre de “pensionistas”, o el de “vascos”, o el de “canarios” no es razón para pagar o no pagar. El copago solidario es un avance de la sociedad.