Por Eugenio Fernández - Redacción Canarias Semanal
La actual recesión económica -que está dejando en la cuneta a un número creciente de pequeñas y mediana empresas- constituye un río revuelto ideal para que pesquen en él los grandes magnates, enriquecidos gracias a la economía del pelotazo y el ladrillo. Este el caso de Eustasio López, dueño del Grupo Lopesan, que prepara actualmente una operación para hacerse con el 35% del negocio hotelero de la isla de Gran Canaria.
Según informaba la prensa local, López estaría intentando controlar Anfi Tauro,incrementando así en 7.500 camas potenciales su patrimonio hotelero, que en la actualidad asciende a 10.058 camas en Gran Canaria. Para alcanzar su objetivo, Eustasio Lópezdeberá adquirir el 50% de las acciones de Anfi, que poseen los herederos del noruego Björn Lyng, utilizando la deuda que esa empresa tiene con él - de entre 9 y 14 millones de euros - para contrarrestar el poder en la misma de su competidor Santana Cazorla. Cazorla, por su parte, es propietario del otro 50% y tiene la potestad de decidir en la empresa por un acuerdo adoptado previamente con los Lyng.