miércoles, 14 de septiembre de 2016

Escaramuzas militares en el Sahara

José Mujica
España y Francia siguen muy de cerca las escaramuzas que Marruecos y El Polisario llevan protagonizando en las dos últimas semanas en una área vasta y desértica llamada El Guerguerat, a 70 kilómetros de Noaudibú (base pesquera de flotas internacionales) y a 360 kilómetros de Dajla (antigua Villacisneros).
El Guerguerat está fuera del muro de arena que construyó Marruecos entre los años 1980 y 1987. Mide más de 2.000 kilómetros y fuera de su perímetro hay plantadas 7 millones de minas antipersonas. Arabia ayudó a financiar esta obra que el Polisario tilda de “muro de la vergüenza”.
Mapa militar del Sáhara (Imagen Fundación César Navarro).
Mapa militar del Sáhara (Imagen Fundación César Navarro).
Naciones Unidas, para atemperar los ánimos, permitió una zona libre del muro y las minas, mirando las fronteras argelinas y mauritanas. Ahí está El Guerguerat, que sirve como cruce de caminos para el tránsito comercial entre los campos de refugiados de Tinduf (170.000 personas) y Mauritania.
En los últimos meses, Marruecos, que celebra legislativas el 7 de octubre, ha incrementado los controles sobre los convoyes coincidiendo con la crisis sufrida con Naciones Unidas.
El régimen alauita prohibió esta primavera al mismísimo secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Mon, aterrizar en El Aaiún. Marruecos considera que la ciudad natural para abordar el dossier del Sáhara es Rabat. El surcoreano se tuvo que desviar a Tinduf en una afrenta mundial que no ha terminado.
Ahora mismo, el enviado especial de Mon para El Sáhara, Critopher Ross, prevé volar a El Aaiún este mes. Marruecos vuelve a oponerse.
En este tiempo se ha cruzado otro factor decisivo que explica la hostilidad de Marruecos, tratando de construir 5 kilómetros de carretera en El Guerguerat que permita el paso de vehículos pesados, como tanques.
Marruecos está en desacuerdo con la designación de Brahim Gali como nuevo presidente de la República Árabe Saharaui Democrática. Gali lleva años reclamando la vuelta a las armas para recuperar El Sáhara. Esta semana se vio a Gali en Tinduf con la vestimenta militar.
Una asociación saharaui de Derechos Humanos, con sede en Barcelona, Asadedh, tiene denunciado a Gali ante la Audiencia Nacional por presuntos delitos de lesa humanidad.
En dos semanas se ha vivido en El Sáhara la mayor tensión en 25 años.
Francia pidió esta semana, en el consejo de seguridad, que la carretera la construya y pague Naciones Unidas. El Polisario se niega tajantemente, pero da idea de los delicados hilos que tocan unos y otros.
Aviones marroquíes han sobrevolado el cielo de El Guerguerat para observar los movimientos de vehículos militares. Desde el 28 de agotos, efectivos del Ejército de ambas partes están a menos de 50 metros sin perderse de vista a cuenta de la polémica carretera.
Naciones Unidas ha desplazado a funcionarios y cascos azules, eso sí, desarmados.
Las acusaciones de Marruecos y Polisario son constantes. Circulan dossieres sobre la financiación de grupos terroristas que operan al sur de Argelia y en Mali.
Dirigientes del Polisario está convencido que una parte de los tráficos de hachís (Marruecos es el segundo productor mundial tras Méjico) sirve para respaldar operaciones de Muyao en Mali. Muyao es el movimiento por la Yihad de África Occidental secuestró hace cuatro años a tres cooperantes españoles en Tinduf.
Marruecos, que cuenta con uno de los mejores servicios secretos de África, está convencido que la ruta de El Guerguerat está plagada de terroristas que “suponen un peligro para todos los países, empezando por Mauritania“.
Marruecos mantiene pocas o nulas relaciones con Mauritania y, por si acaso, el Ejército mauritano también se ha situado en la frontera, a la espera de acontecimientos.
+info
http://meridianews.com/11-s-despues-de-15-anos-sahara-magreb-terrorismo-crimen-organizado/