Rodrigo Lastra y Carmelo Ramírez |
En la jornada del día 26, Diego Velicia explicó que la solidaridad no puede estar subordinada a la política. La solidaridad no puede estar para resolver o paliar los problemas que la política no resuelve y a veces hasta causa.
También desarrolló que toda tarea solidaria tiene una dimensión política. O bien conscientemente quiere cambiar las estructuras o se dedica a mantener las injusticias.
Otro aspecto interesante de su ponencia es que insistió en la mirada de las víctimas. Explicó que las víctimas reclaman justicia y no asistencia: "nadie tiene vocación de mendigo"; esto ocurre igualmente con las familias que se enfrentan a las multinacionales por los niños que en el Congo recogen coltan, como con las familias que se enfrentan a los desahucios o las cláusulas abusivas de los bancos.
El dia 27 Rodrigo Lastra presentó el libro "Amar a los demás: política", dedicado a presentar a cuatro alcaldes que han amado desde la política. Desde diferentes ideologías y en diferentes momentos históricos Antonio G. Quintana, G. La Pira, Camilo Sánchez y F. Beltrán han amado políticamente a los demás. Según Lastra ama el que cuida, ama el que da de comer, el que ayuda. Sin embargo una realidad como los saneamientos urbanos influye más en la salud que el cuidado de un médico. Explicó que -como médico- quería curar, pero que ciertamente una buena ley puede hacer mucho más. Ese amor político es un amor en el que se incluye al desconocido. Es la más alta forma de amor.
Después del coloquio se entregó el premio "Manos solidarias" a Carmelo Ramírez por su trayectoria dedicando toda su vida a la solidaridad desde la política. Pino Sánchez y Chana González explicaron las razones por las cuales Ramírez había sido elegido. También se proyecto un vídeo con momentos significativos de la vida del premiado.
Carmelo agradeció a todos el premio, señaló que habían exagerado algo y señaló con énfasis "Hay que seguir", aludiendo claramente a que la tarea continúa y merece nuestro dedicación.