En esto de la bonificación por residencia (el famoso 75%) el ministro Ábalos tiene razón: hay que estudiar quién se beneficia.
Imaginemos que -con tiempo- me programo un viaje Gran Canaria-Oviedo para mediados de enero. La tarifa más económica para un residente es de 69 euros, la business de 344. Probemos ahora un no residente. La más económica es de 228 euros. La más cara es de 1.328. Hagamos unas restas. Si usted viaja modo económico cuesta a las arcas públicas ("a los pobres", decía un gran analista) 275 euros. Si es usted un business, las arcas públicas ("los pobres", decía Gómez del Castillo) aportarán 1.100 euros.
Por ello, en voz baja, más de un experto afirma que el 40% del dinero aportado para subvencionar los viajes de la ultraperiferia se lo lleva menos del 10% de sus ciudadanos. La inmensa mayoría de los ciudadanos nota perfectamente que esto es una sirvengonzonería.
Una vez más los caciques de un territorio se benefician poniendo por delante toda serie de argumentos falaces. En nombre de "todos los canarios" los que sacan tajada son unos cuantos.
Por ello tiene razón Ábalos cuando quiere ver quiénes se benefician de estos descuentos. Y sale que los grandes beneficiarios son los que no lo necesitan. Que encargue el estudio a una universidad de la otra punta de España es bastante lógico porque los profesores universitarios de estos territorios van a carecer de objetividad. Es como poner de árbitro al forofo de un equipo o juez a un familiar.
No soy votante de este PSOE, ni creo que lo sea. Este PSOE es el mismo PSOE de Negrín, es el PSOE que hace casi un siglo venció al PSOE de Besteiro que no ha vuelto a levantar cabeza. Besteiro -como muchos socialistas de base- defendería que no se bonificaran los billetes de 1.328 euros y quizá sonría allá donde esté por estos atrevimientos de Ábalos. Me temo que Ábalos no tenga la categoría moral de Besteiro y, aunque sepa que tiene razón, recule para seguir sirviendo a los caciques, es más cómodo.
Eugenio A. Rodríguez