N. G. Aguiar
Tal vez como carambola, casualidad, voluntad de los dioses o simple coincidencia, lo cierto es que la Agrupación Socialista Gomera (ASG) tiene ya grupo propio en el Parlamento de Canarias. De lo cual se concluye que toda obra humana es perfeccionable.
Y si surgen impedimentos como una simple ley para lograr tal sublimación, el articulado de la misma se puede cambiar. Todo sea por la Patria y el buen entendimiento entre los isleños. (Quizás tal perspectiva histórica justifique el procedimiento de urgencia con que fue tratada la solicitud de los gomeros curbelianos o curbeloanos, bajo la advocación del señor Colón desde la torre de la apasionada condesa.)
¿Qué significa eso del grupo propio? Pues, así de entrada, 336 600 euros más para la ASG, nimiedad para el Parlamento pero inconmensurable fortuna si la tuviera en sus manos alguna ONG entregada a la atención de canarios muy necesitados, pues haberlos haylos.
Tampoco les vendrían mal a municipios afectados por el incendio de Gran Canaria: devoró viviendas, animales, frutales, colmenas, trabajos y diarios sudores de muchos paisanos, entregados a la muda contemplación de una obra hoy carbonizada, ayer esperanza e ilusiones. Y quemó doce mil hectáreas, “patrimonio natural, numerosas especies endémicas y amenazadas y que es vital para el abastecimiento de agua potable en la isla” (Greenpeace).
Las comisiones parlamentarias se verán, por tanto, numéricamente ampliadas pues cada grupo político participa en ellas. Así, no les arriendo las ganancias a las tres señorías gomeras: si hubiera quince delegaciones (un suponer), cada parlamentario estaría en cinco. Bien es cierto que hay alguna compensación económica, faltaría plus (a mí nunca me pagaron por asistir a reuniones de seminario, hoy departamentos): desajustes psíquicos y desequilibrios emocionales deben ser compensados, al menos con gratificaciones euriles (en el fondo, solo dinero.
Pero, ¿y la estimulante taquicardia espiritual al mortificarse por el pueblo amado?)
Pero hay más. La modificación del artículo 24 (Reglamento del Parlamento) que rebaja de cuatro a tres el número de señorías para abandonar el Grupo Mixto (¡oh, casualité: es el caso de ASGé!) creará puestos de trabajo, pues incluye una partida de cuatro mil ochocientos (4800) eurillos mensuales para personal y cuya contratación, claro, dependerá de los propios gomeros. Deben añadirse una retribución fija de dieciocho mil (18 000) euros mensuales y la “ayuda” de mil setecientos cincuenta (1750) por persona. Todo lo cual, dicen, asciende a 336 600 euros, no fracciones o céntimos. Es decir, el equivalente a lo que percibiría durante cuarenta años un trabajador (catorce pagas de seiscientos euros mensuales), incluso hasta con título universitario y todo.
Por tanto callen ya, y para siempre, quienes ponen bajo sospecha la rigurosidad democrática de la institución regional con vacuos e infantiles argumentos desprovistos de contundencias y rigores. Si los gomeros abandonan el Grupo Mixto -en él fueron inscritos nada más comenzar la actual legislatura- no se debe a que forman parte del Gobierno presidido por el señor Torres y al cual pertenecen también Nueva Canarias y Podemos, muy al contrario: ocurrió un prodigio, pues juntos de mancomún
milagraron lo racionalmente imposible: que 6332 votos formen grupo parlamentario, cantidad no aceptada ayer por las disposiciones legales.
Pero basta con ponerse de acuerdo a través de palabras nobles y elementales para conseguirlo. Todo sea en beneficio del sistema democrático, a mayor gloria de la igualdad entre sus señorías. A fin de cuentas son representantes de la voluntad popular aunque en tal específico menester haya discrepancias, envidia cochina de quienes no aceptan el sistema electoral actual.
Así, por ejemplo, mi razón sobre la igualdad del voto no llega a entender por qué la ASG logró tres sillones (mayo pasado) con seis mil trescientas veintidós papeletas (6322) y Ciudadanos consiguió solo dos si había recibido el apoyo de 65 854 ciudadanos... exactamente del mismo peso cada una, diámetro, altura y color (es más: y el mismo tipo de letra, inclusivemente). O que, segunda sinrazón, Izquierda Unida no entrara a pesar de los 9115 sufragios. (¿Será, acaso, la razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece […] de Feliciano de Silva y que Cervantes cita en el capítulo primero de Don Quijote?)
Por tanto, me suenan como difícilmente acreditadas las afirmaciones del señor Curbelo -presidente del nuevo grupo parlamentario- cuando se refiere a la bendición urbi et orbi recibida. Así, concluye, que ASG “tenga una voz propia y diferenciada que defienda los derechos de los canarios y en especial de los gomeros” significa, a la vez, “un Parlamento más plural, equilibrado y que se ajusta en mayor medida a la realidad canaria”.
¡Hombre, señor Curbelo!: con todos mis respetos me permito discrepar de usted (no lo tome a mal, somos coleguillas de aulas laguneras, Filosofía y Letras). Si el Reglamento de la Cámara (artículo 24) impedía la formación de grupo parlamentario con tres señorías, tiene otros apartados que niegan a distintos partidos la representatividad parlamentaria a pesar de la superioridad numérica frente a ASG. Es el caso, también, de Podemos: tiene casi setenta y dos mil (72 000) votos más… pero solo tres diputados. Otrosí: ¿por qué VOX o el Partido Animalista contra el Maltrato Animal -veintidós mil y diez mil papeletas, respectivamente-no ocupan asiento en el Parlamento canario?
Así pues, tras la reforma aprobada el pasado miércoles once (¿influiría la Diada catalana?), el Grupo Mixto del Parlamento canario estará formado exclusivamente por Ciudadanos, partido con 59 532 votos más que ASG pero… único propietario. De tal manera funciona en Canarias el respeto a la voluntad ciudadana y las urnas. Por tanto, señor Curbelo, permítame una sonrisa cuando leo (CANARIAS7) que usted habla de “precedente de justicia y equidad".
ASG, pues, percibirá 336 600 euros más anualmente. Pero si fuera el doble, tampoco pasa nada: sale de nuestros impuestos. A partir de este año diez diputados-nóminas más y otro grupo parlamentario (por cierto: todos votaron a favor; Ciudadanos se abstuvo). ¿Quedará algo para sanidad, educación, asistencia social…?