Sebastiana González/facebook
Hace una hora me entre del fallecimiento de Julita Guedes, mujer Pastora de mi Barrio, siempre cuando hablamos del Pastoreo, se hace mención a los hombres, a los pastores, pero también hay en este sector tan sacrificado, que no tiene horario, ni días de fiesta, ni vacaciones, mujeres que como Julita Guedes, que entregan su vida a el trabajo, de una forma silenciosa, a penas se ve, pero llevan una carga de trabajo inmensa, ellas, acarrean la leche desde los corrales, aún recuerdo su imagen subiendo el barranco hacia su casa, ellas les llevan de comer a los perros, ellas, preparan el cuajo, para poner a la leche, esperan pacientes, a que este lista la leche cuajada, mientras, lavaban en las acequias, hacían de comer, atendían a los hijos, en su caso, familia numerosa, preparaban todo, para hacer el queso, en fin un sin fin de tareas diarias, se puede decir sin miedo a equivocarnos que no tenía vida, fuera de ser Pastoras las 24 horas del día.
Ahora mismo están doblando las campanas anunciando al Barrio, su pérdida, barrio, que sus padres y otros pastores fundaron, fueros sus primeros pobladores.
Quiero dar el pésame a su familia, y rendir homenaje a su memoria, y se me antoja no hay mejor forma, que está imagen que está en medio de nuestra Palza de Casa pastores, haciendo honor a todas las mujeres valientes que afrontaron y afrontan esta tarea.
Descanse en Paz doña Julia, se lo merece con creces.