Sebastiana González Melián/facebook
Camilo, hoy haremos (a las 19 horas) cuarenta años de casados, como dirías tú, las bodas de latón, si cuarenta años de los cuales solo veinte y tres pudimos estar juntos, codo a codo, con muchas ilusiones y ganas de luchar, buscando ese mundo de iguales, gestando una familia, cultivando la amistad, proclamando que otra sociedad era posible, entusiasmando a muchas gente para que se unieran a ese proyecto de vida solidaria, una matrimonio que desde su planificación estaba concebido con vocación de servicio, por eso las puertas de nuestra casa estaban abiertas, siempre llena de gente que entraban y salían con aportaciones y esperanzas de que era posible, reuniones, encuentros, diálogos, allí se gestaron muchas cosas, todas con la intención de que se pusieran al servicio del bien común, algunas vez hubo alguna que pretendía otra cosa, y no prosperaban, si, alguna visita tuvimos que, como éramos educados se les escucho, y solo sirvieron para saber, como decías tu, lo que pensaba el enemigo. Si nuestra casa, nuestro matrimonio y nuestra familia siempre orientada, a poner nuestras energías, nuestro tiempo, y lo poco o mucho que teníamos, a sumar para ese proyecto de vida, no, no todo fue fácil, hubieron momentos duros, de contradicciones, de renuncias, de búsqueda, pero siempre tuvimos amigos/as que, ayudaban, y aconsejaban, y nuestra Fe era un plus, muy importante, y amigos que te escuchan, y te dejan la libertad de actuar en conciencia.
Gracias Camilo por tu vida, que para mí fue un regalo, no sé si merecido, pero tuve esa gran fortuna.
Como siempre te ruego intercedas, por nosotros, por todos los que luchan, y por todos los que sufren, que cada día son más, para que tengamos fuerzas y podamos vivir y actuar con dignidad.
Seguro que habrás recibido junto a Julián, y muchos amigos más, a esa mujer especial que fue para nuestra vida, Trini.
Un beso y hasta mañana en el altar.