SANTA CRUZ de TFE
Tres panes y 150 gramos de queso gouda. Ese es el botín que ha llevado a una joven de 34 años y madre de dos hijos a perder el trabajo de media jornada en el Centro Municipal de Acogida de Santa Cruz, que le aportaba los únicos ingresos de los que disponía (400 euros). La ya extrabajadora recibió ayer la carta de despido en la que se la acusa de “abusar abiertamente” de la confianza de la empresa, por lo que, ante el reconocimiento de los hechos por parte de la afectada, se le aplica un “despido disciplinario”. La misiva está firmada por la jefa de relaciones laborales de la empresa Serunion, entidad que gestiona el servicio de comedor del
albergue. La joven no daba crédito ayer a los motivos de su despido, reconocidos por ella misma al ser interrogada tras la denuncia de una compañera. La afectada admitió que se llevó el trozo de queso y el pan para la merienda de sus hijos y que no debió hacerlo sin permiso.
La carta de despido, a la que ha tenido acceso DIARIO DE AVISOS, detalla que “…el pasado 11 de marzo, a las 21.00 horas, cogió 150 gramos de queso gouda de la cámara de refrigeración y tres panes de 60 gramos del almacén en seco a la hora de salir de dicho centro y los guardó en una bolsa de plástico que llevaba en su poder, introduciendo la misma en su bolso”. Continúa el documento señalando que “estos hechos fueron denunciados por una compañera suya de trabajo, la cual le recriminó que se llevase dichos productos. Dicha compañera se lo comentó al encargado”.
Según la carta, la denuncia de la trabajadora obedeció “al temor de que al día siguiente no hubiese producto para los desayunos y que ella fuese acusada de haber cogido la comida…”.
Se da la circunstancia de que la joven madre despedida fue una de las afectadas por el reciente derribo de las dos últimas casetas del asentamiento del Pancho Camurria. Tanto ella como su pareja hicieron pública su queja por la falta de aviso previo del Ayuntamiento. Ahora, junto a sus dos hijos y su pareja, okupa una vivienda en la capital.