La realidad social suele ser tozuda y,
aunque se trate de esconderla o minimizarla, termina por aflorar con
toda su crudeza. En el caso de la indigencia es algo evidente. Tanto en
los barrios como en el centro de Santa Cruz porque no hay espacio que
sea una excepción en la presencia de los sin techo.
Entre ellas está una mujer joven que se ha
estado "moviendo" por distintas zonas del municipio capitalino. Su
último "destino" es la calle La X, al lado de la plaza Weyler.
Nos dicen que los agentes y
la Unidad Móvil de Acercamiento (UMA) han acudido a interesarse por
ella, pero que es una enferma mental y vieja conocida".
Un caso similar es el de un hombre con
maneras bastante agresivas que desde principios de este año "ha vivido"
en unas escaleras, justo en la confluencia de La Salle y la avenida
Buenos Aires. Ya fue trasladado en ambulancia tras una primera denuncia y
desde ayer (el lunes) ha vuelto a desaparecer, en esta ocasión, según
apuntan las fuentes, "de manera voluntaria". Al parecer es natural de La
Palma y habría retornado a esa isla. Los vecinos se quejan de "la
ausencia de un protocolo claro para tratar a estas personas".
"Sin corazón y sin escrúpulos". Así
calificó ayer Moisés Barreto, presidente de la Asociación de Amigos
Echedey (ASAE) de El Sobradillo, la actuación de la administración con
Damián, "un vecino del barrio, cuyo hogar es una caseta de cartón".
Asegura el dirigente vecinal que los servicios sociales tienen
constancia de su situación "pero en la UTS le ponen pegas pese a haber
acudido varias veces".
ASAE rechaza que "algún partido acuda a
pedir el voto con la pantomima de visitarlo porque solo se acuerdan del
más débil una vez cada cuatro años". Barreto valora: "La pobreza es uno
de los problemas más serios que sufren nuestros ciudadanos y al político
no le importa si pasan hambre o mueren solos dentro de esas casetas.
Basta luego con lamentarlo y darle las condolencias a la familia. Ni una
playa en el centro ni un nuevo tranvía ni miles de cruceristas acabarán
con la pobreza, pero sí harán más ricos a los ricos".
Tres ejemplos cotidianos en distintos puntos de la ciudad
Las imágenes son contundentes y merecen
escaso comentario. Arriba, Damián, "en la puerta de su casa", una
infravivienda del barrio de El Sobradillo, en el Distrito Suroeste.
Sobre estas líneas, a la izquierda, un traslado anterior de la persona
que ha estado durante meses "viviendo" en unas escaleras en La Salle, y a
la derecha la que ha establecido su "hogar" en un espacio de la calle
La X, cerca de Weyler./ cedida